Dicen que siete almas en pena vagan por las estancias del Hotel Langham. Un médico asesino, un príncipe suicida, un hombre con la cara partida, otro que tira a los huéspedes de sus camas, un viejo mayordomo con calcetines raídos, un criado de uniforme azul y hasta Napoleón III, quien vivió en este hotel durante los últimos días de su exilio. El terror está a la vuelta de cada esquina, pero es la habitación 333 la que parece congregar los sucesos y anomalías más espeluznantes.
The Langham Hotel (1C Regent St, London W1B 1JA), primer “gran hotel”, de Inglaterra, construido en 1865 al estilo de un palacio florentino y con cerca de 500 habitaciones y suites en realidad no es de extrañar que un elevado número de fantasmas se hayan visto regularmente en el hotel. La actividad paranormal en el hotel se hizo evidente cuando era propiedad de la BBC, cuando se descubrió que había por lo menos cinco fantasmas que hacen apariciones regulares en el hotel. The Langham era frecuentado por la flor y nata de la sociedad victoriana, así como luminarias literarias como el creador de Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle y Oscar Wilde. Pero The Langham también tiene una historia de la adquisición de algunos huéspedes no invitados durante su 146 años de la historia, según los informes tienen hasta siete fantasmas.
A lo largo de los últimos 170 años –o así se recoge en la historia del Hotel Langham–, al menos siete fantasmas se han aparecido de forma regular, como lo ratifican los propios dueños del establecimiento. También muchos de trabajadores de la cadena británica BBC, que en su día usaron estas instalaciones como estudio de grabación, confirman tales sucesos. Pero, ¿quiénes son estos huéspedes espectrales que se empeñan en no abandonar el edificio?
Según los testigos, el primero de ellos es un médico que asesinó a su mujer durante la luna de miel, tras lo cual se quitó la vida. Al parecer, tiene el pelo gris y aires de caballero victoriano, con capa, corbata y aspecto impecable. Aunque es su mirada, fija y desafiante, y sus ojos totalmente blancos, lo que más llama la atención del conjunto.
El más activo de los fantasmas en el hotel se dice que es la de un príncipe alemán o noble que se cree que han encontrado la muerte cuando se arrojó por la ventana de una habitación del piso superior. Los clientes han visto su forma fantasmal en movimiento a través de paredes y puertas cerradas y que a menudo se acompaña de un descenso brusco de la temperatura.
El tercer espectro ofrece, al parecer, una imagen horrible, con una herida abierta en el rostro y cierta predilección por aparecer, completamente inmóvil, en mitad de vestíbulos y recibidores.
El cuarto de los integrantes de esta comitiva espectral fue, en vida, presidente de la Segunda República Francesa. Y es que cuentan que Napoleón III, quien se hospedó en el Langham durante los últimos días de su exilio, vaga ahora por los sótanos del hotel.
Escasamente gracioso les resulta a los huéspedes nuestro siguiente espíritu, pues tiene la molesta costumbre de arrojarlos de la cama mientras duermen plácidamente. También el fantasma de un mayordomo hace de las suyas, si bien se conforma con deambular descalzo por los pasillos, mostrando sus calcetines agujereados. El último figurante de esta galería fantasmal, que de forma permanente habita este inmueble londinense, es un criado de uniforme azul claro y peluca, cuyas apariciones coinciden con un pronunciado descenso de la temperatura.
El más famoso de los fantasmas del Langham es el que persigue a la habitación 333. En 1973 un locutor de radio de la BBC, Alexander Gordon despertó de repente en la noche para ver una bola fluorescente que tomó lentamente en la forma de un hombre vestido con ropa de noche de estilo victoriano. El locutor le preguntó el fantasma de lo que quería y comenzó a flotar hacia él, con sus piernas cortadas por debajo del suelo, con los brazos extendidos y las cuencas de los ojosvacias. En este punto, el locutor se levantó y huyó a la seguridad de sus compañeros de trabajo a los que les contó su encuentro, un colega le acompañó de regreso a su habitación. El fantasma seguía allí cuando entraron, pero parecía menos visible y menos amenazante antes de desvanecerse lentamente.
Otro personal de la BBC informó haber visto la aparición en la misma habitación, aunque por lo general sólo aparece durante el mes de octubre. La explicación de por qué el fantasma parecía tener las piernas cortadas por debajo del suelo de la habitación es porque los pisos se modificaron desde la época victoriana, al instalarse las tuberías de calefacción central por lo que la habitación sufrió modificaciones en altura. Otro de los invitados dijo cómo una amiga suya había visto el fantasma en la habitación 333, que había arrojado su bota sobre él y ésta lo atravesó limpiamente. En 1992, un periodista estadounidense también vio una aparición en esta habitación.
El personal de la planta baja y algunos visitantes han visto los fantasmas de lacayos con peluca en los salones y pasillos serpenteantes. Los avistamientos de estos hombres de a pie son por lo general sólo breves destellos, uno de los visitantes, sin embargo llamó a recepción preguntando por qué sus maletas no habían llegado a su habitación, se dijo que había dejado sus maletas con un botones extrañamente vestido, después de describir al botones y su vestido se le notificó que los manipuladores de equipaje no habían llevado el uniforme que había descrito desde hacía 80 años. El equipaje de la mujer fue encontrado en una sala cerca del vestíbulo.
En mayo de 2003, una mujer que ocupaba la habitación 333 de repente se marchó del hotel sin necesidad de justificar su salida prematura. Pocos días después, ella envió una carta explicando que sus horas de descanso habían sido interrumpidas por las actividades del fantasma que la mantenía despierta sacudiendo repetidas veces la cama durante la noche.
Sin duda un lugar muy interesante para pasar una misteriosa e inquietante noche.
(FUENTE: labitacoradelmiedo.wordpress.com)
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