Antes de salir a actuar ante la imponente pirámide de Kukulcán, en el centro ceremonial de Chichén Itzá, Elton John hizo un círculo de energía con sus músicos; todos se agarraron de las manos y meditaron durante unos minutos. Aunque con cierto retraso quisieron congraciarse con los dioses y duendes mayas que estuvieron a punto de impedir el concierto.
Una hora antes de dar comienzo el recital, el sacerdote indígena H´men Valerio Canché hizo una ofrenda y unos rezos en lengua maya a instancias de las autoridades locales y de los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Durante los 20 minutos de la ceremonia de desagravio se ofreció a los dioses incienso de copal, platillos tradicionales de la zona y música de caracolas. Siguiendo la tradición, le pidieron a Yum Kaax, Señor del Maíz, permiso para realizar el Concierto de la Noche del Sol. ...
(FUENTE: lavamguardia.es)
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