Una empresa de videojuegos incluyó, entre sus cláusulas de venta, una por la que los compradores aceptaban entregar sus almas. 7.500 personas dieron el sí por no leer el texto completo.
Muchas veces, al aceptar los términos y condiciones de la compra de un artículo por internet, no se lee la letra chica. Una empresa de videojuegos quiso probar a sus clientes e incluyó entre las cláusulas una por la que los compradores aceptaban entregar su alma a los vendedores. Como resultado: el negocio se hizo propietaria de 7.500 almas en menos de un mes.
Ahora, legalmente Game Station es la dueña de las almas de miles de compradores online debido a la cláusula que decía: "Al enviar una orden de compra por la web el primer día del cuarto mes del año 2010, Anno Domini, estás de acuerdo en concedernos la opción no transferible de reclamar, por ahora y para siempre, tu alma inmortal. Si deseamos ejercer esta opción, permitirás rendir tu alma inmortal y cualquier reclamación que puedas tener sobre ella en un plazo de cinco días laborales tras recibir la notificación escrita de Game Station o uno de sus secuaces debidamente autorizados".
El chiste sirvió para demostrar que casi nadie lee la letra chica y eso es algo que las empresas saben muy bien. De todos modos, Game Station les envió un correo electrónico avisándoles que no reclamarían sus almas.
(FUENTE: terra.com.ar)
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