El estudio, que ha sido llevado a cabo por Claudia Olivetti, investigadora del Boston College, está basado en la observación de varios centenares de parejas que habían estado casadas durante un período de tiempo largo, concretamente dos décadas.
La conclusión a la que llega Claudia Olivetti es que la carrera profesional de las mujeres contribuye a reducir la probabilidad de divorcio en la pareja, ya que cuando ésta tiene una participación mayor en el mercado laboral disminuye la probabilidad de que se produzca ese desenlace entre los cónyuges.
En este sentido, cobra una especial importancia el nivel de ingresos, tal y como expresó la investigadora esta semana en la IX Reunión Científica de Cosme celebrada en la Fundación Ramón Areces de Madrid y cuyo objetivo es analizar el estado de la economía de género, «un nivel de ingresos más alto de la mujer permite una mayor flexibilidad en la negociación con la pareja».
Asimismo, aseguró en este encuentro internacional de investigadores que, en lo referente a los matrimonios, en el caso de las mujeres con carrera profesional «se reduce la probabilidad de divorcio a la mitad, especialmente cuando el nivel de ingresos es parecido al del marido».
Sin embargo, esto no significaría que las relaciones fueran de «mayor calidad», dado que, en sus propias palabras, «la base de datos nos permite comparar distintas características de los maridos y de la relación. No parece que las mujeres con "carrera", tengan mejores matrimonios, pero sí que consiguen mantenerlos intactos».
(FUENTE: larazon.es)
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