Se sabe que el fútbol es un deporte plagado de cábalas. Los cuernitos de “Mostaza” Merlo; el polvo en el bolsillo izquierdo del ayudante de campo del “Coco” Basile, el “Panadero” Díaz, cuando era técnico de Boca; el pullover de Sabella en el Estudiantes campeón del 2010 que no se lo sacaba ni con 35° de calor; son sólo algunos casos de los miles que se podrían utilizar para ilustrar esta nota.
Boca ayer rompió una racha negativa de cinco encuentros sin ganar (con dos derrotas y tres empates). Desde el 16 de septiembre, un mes y medio, que no cosechaba los tres puntos en un juego. Pero no sólo los resultados escasearon por La Ribera, sino también el buen juego –y sobraron los problemas-. Sin embargo, luego del triunfo por 3 a 1 frente a San Lorenzo, el único equipo que tiene el historial a favor frente al Xeneize, parece que le encontraron la causa a esta racha negativa por donde se la mire.
El problema eran las redes amarillas que estaban en los arcos de La Bombonera desde, justamente, el último partido que Boca había salido victorioso. Luego de eso sucedieron la derrota con Lanús 2 a 0; empate en uno contra San Martín de San Juan; dura caída frente a Belgrano por 3 a 1 –y pudo ser más-; igualdad sin goles frente a Estudiantes; y, el recordado 2 a 2 frente a River. El sábado, los cancheros decidieron volver a las redes blancas y el conjunto de Falcioni retomó la senda del triunfo.
Cosas de brujas, que le dicen.
(FUENTE: deportes.terra.com.pe)
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