Ni qué decir tiene que la pasión por el deporte es una de las claves para mantener una vida saludable. Muchas personas tienden a pensar en la realización de ejercicio físico como un sacrificio, y este es uno de los errores que se deben evitar a toda costa si queremos mantener unos buenos hábitos a lo largo de nuestra vida. Practicar ejercicio físico es salud y además debe ser una diversión.
Al parecer un estudio reciente publicado en la revista FASEB Journal sugiere que la pasión por el running y el ejercicio físico en general comienza en el útero. Si bien es cierto que ha sido un estudio realizado en ratones, se ha comprobado que los ratones hembra que realizaban mayor actividad física durante el embarazo, tenían crías que se mantenían mucho más activas en su adultez.
No obstante, a pesar de haber sido un estudio realizado en ratones, el investigador principal de este estudio, el Dr. Robert A. Waterland, comentó que hay "varios estudios en humanos que han informado de resultados similares a los obtenidos en nuestro estudio". Es decir, que aunque no haya estudios concluyentes en humanos, seguro que dentro de un tiempo los habrá.
Distintos estudios observacionales han encontrado que las mujeres que son físicamente más activas durante el embarazo, tienden a tener niños que son más activos. Sin embargo, esto también puede ser debido a la influencia de las madres sobre los niños después de su nacimiento, aunque también puede ser debido a que las madres podrían pasar a su descendencia una predisposición genética a ser físicamente más activos.
Lo curioso del estudio realizado por este equipo fue que en la realización de este, se estudiaron ratones genéticamente idénticos y controlando de forma meticulosa la actividad física de las madres a lo largo del embarazo.
Tras nacer las crías, se comprobó que las hembras que corrían más distancia y más tiempo en la rueda durante el embarazo, tenían una descendencia mucho más activa físicamente hablando, lo que mejoró su capacidad de perder grasa incluso en la etapa adulta en estos ratones.
Este estudio también apoya la idea de que el movimiento durante el embarazo influye en el desarrollo del cerebro del feto, con lo que las crías tienden a ser más activos físicamente durante toda su vida. Sin duda, hay mucho que estudiar en humanos, pero poco a poco tenemos más claves para acabar con la epidemia mundial de inactividad física y obesidad.
(FUENTE: vitonica.com)
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