Teóricamente, las redes sociales han llegado a nuestras vidas para hacer posible el mantenernos en contacto con nuestros seres queridos. Lamentablemente, redes como Facebook, Instagram o Twitter han acabado en muchos casos consiguiendo lo contrario: que nos distanciemos de estas personas.
Hace unos años, cuando las redes sociales estaban en pañales aún, unos cuantos bufetes de abogados publicaban estudios relatando como estas webs entraban tímidamente en el top de las causas por las que muchas parejas acababan divorciándose, contando esto como si se tratara de una curiosidad.
Casi una década después de la invención de Facebook y otras redes, nos llegan noticias poco alentadoras y que confirman una tendencia que sigue creciendo.
La Academia Americana de Abogados Matrimoniales acaba de publicar un estudio en el que nos dice que cuatro de cada cinco parejas que acaba divorciándose por culpa de una infidelidad han tenido a las redes sociales como protagonistas.
Es decir, si tomáramos a aquellas parejas cuyo final se debe a que alguno de los dos ha sido infiel, veríamos como para el 80% de ellas redes sociales como Facebook han sido una herramienta imprescindible para que la infidelidad ocurra. Nada menos que 28 millones de parejas rotas tan sólo en el último año.
Por supuesto, las redes sociales son sólo una herramienta y somos nosotros quienes las manejamos y quienes hacemos buen o mal uso de ellas, pero como vemos gracias a este estudio, se han convertido en el medio ideal para que por un lado estas infidelidades se lleven a cabo, y por otro lado se han convertido igualmente en el medio que tienen las personas engañadas de descubrir que su pareja ha estado siéndoles infiel.
Y es que los infieles no aprenden. No sólo cometen la canallada de engañar, sino que caen en la trampa de relatarlo o comunicarse con sus amantes usando estas redes y dejando una prueba irrefutable, que además puede aportarse como prueba en un juicio de divorcio, para que sea encontrada.
Pero estaríamos cometiendo un grave error si pensáramos inmediatamente que nuestra pareja esconde algo que podemos encontrar en las redes. Hablemos ahora del caso contrario y que también viene reflejado en el estudio: divorcios cuya causa es que una de las partes espía constantemente las redes de su pareja buscando una infidelidad cuando esta infidelidad no existe.
El estudio nos dice que una de cada diez mujeres, y uno de cada tres hombres afirman que su relación se terminó porque no pudieron soportar más que sus parejas revisaran sus cuentas en las redes sociales buscando engaños. Es duro ser una persona fiel y estar constantemente bajo el foco de la duda, aguantando que la desconfianza que siente nuestra pareja sobre nosotros, una desconfianza que nace de la nada, acaba minando la relación hasta convertirla en insoportable.
Como decimos, las redes sociales se convierten en lo que nosotros mismos decidamos que queramos que sean. Si hacemos un uso responsable y seguro de ellas son un fantástico medio para mantener el contacto con nuestros seres queridos, pero si dejamos que nuestra infidelidad o inseguridad nos conduzcan por ellas estaremos irremediablemente condenados al fracaso.
(FUENTE: cosmopolitantv.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario