¿Irónico? Ya lo creo. Parece mentira pero la verdad es que las mujeres que son muy atractivas, por naturaleza o por encanto, tienden a ser admiradas pero no consideradas como candidatas para formar una familia o una relación comprometida.
Un estudio reveló que en la visión masculina existe una tendencia general hacia las mujeres bellas; estas son admiradas, deseadas y conquistadas con fines románticos, pero cuando se trata de llegar hasta el altar, los hombres prefieren mujeres con rasgos más comunes y fuertes.
La razón de este comportamiento, según la British Journal of Psychology, es que si bien una pareja se une en matrimonio por amor, también influye muchísimo que la mujer en cuestión tenga las características de una "madre" que pueda ser capaz de criar y educar hijos.
Esto no quiere decir por supuesto, que las mujeres bellas no puedan ser mamás o que las mujeres casadas no sean bellas, no, todo el punto de esta investigación es dejar en evidencia como los hombres se rigen por estándares de belleza específicos, cuando buscan un "romance juvenil" y mujeres más reales cuando es hora de tomarse las cosas en serio.
Otra de las razones por las cuales una mujer que es muy atractiva tiene más pretendientes que relaciones duraderas, es por el miedo de las parejas a ser engañadas. Es decir, un hombre que se empareja con una mujer muy hermosa tiene un miedo constante de ser engañado o que otros hombres quieran "robarse" a su pareja, aunque la mujer en cuestión no tenga nada que ver en el asunto.
Aún así, este punto de vista es muy general, al final podrán ser muchos más los factores que interfieren en la selección de una pareja, pero en cuanto al papel que desempeña el aspecto físico de las mujeres, nos da un acercamiento de que no siempre las mujeres más "guapas" son las que tienen más suerte en el amor.
(FUENTE: soycarmin.com)
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