Rožmberk, Český Krumlov y Jindřichův Hradec son algunos de los castillos cuyas murallas recorre desde hace siglos una misteriosa dama vestida de blanco. Se trata del fantasma de la aristócrata Perchta de Rožmberk, que sufrió una maldición por parte de su esposo. Durante la Segunda Guerra Mundial asustó hasta a los alemanes nazis y su misterioso retrato guarda pistas para encontrar un gran tesoro.
Perchta era hija de uno de los propietarios del castillo de Rožmberk, situado en la orilla del río Moldava, en Bohemia del Sur. Tras el matrimonio de conveniencia, que se vio obligada a contraer en 1449 con el noble Juan de Lichtenstein, la vida de la joven aristócrata se convirtió en un infierno, según apunta la administradora del castillo de Rožmberk, Andrea Čekanová.
“El matrimonio no cumplió con las expectativas de Juan de Lichtenstein. La dote lo recibía paulatinamente en pequeňas cantidades, lo que reducía su valor. Su rabia se reflejó en su comportamienteo hacia Perchta. En las cartas a sus familiares, la aristócrata confesó haber vivido en condiciones indignas con escasez material y sufrió mucha frialdad por parte de su marido”.
En el ocaso de su vida, Juan de Lichtensten se dio cuenta del daňo que había causado a su esposa, y en su lecho de muerte le pidió perdón. La aristócrata no fue capaz de perdonarle. Rabioso, su esposo la maldijo.
Perchta regresó a su castillo natal de Rožmberk, donde ayudaba a los necesitados. La maldición se cumplió tras su muerte, ya que desde entonces su fantasma, vestido de blanco, recorre las murallas de todos los castillos que se encontraban en aquel entonces en posesión de los Rožmberk, como Telč, Bechyně, Český Krumlov y Jindřichův Hradec, entre otros.
La leyenda cuenta que el fantasma de Perchta deberá aparecer en aquellos castillos hasta que se conviertan en polvo.
La presencia de Perchta fue registrada sobre todo por las noches, pero en el castillo de Jindřichův Hradec la avistaron al mediodía en una torre, a donde no llevaba ninguna escalera. En caso de que Perchta lleva guantes blancos, es un presagio de un suceso positivo, mientras que los negros indican la mala suerte.
La última aparición de Perchta fue documentada durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el castillo de Rožmberk se convirtió en sede de una organización femenina de la Alemania nazi, prosigue Čekanová.
“Se dice que las muchachas subían cada maňana a la torre para colgar la bandera nazi. Una vez se les apareció una figura vestida de blanco que les estaba amagando. Asustadas, las muchachas pidieron ayuda, así que a Perchta la pudieron ver más personas. Dicho caso fue anotado oficialmente en la documentación del aparato nazi, ya que sospechaban que había sido una provocación”.
La liberación de Perchta de su maldición está vinculada con su misterioso retrato que se puede ver en la Sala de los Caballeros en el castillo de Rožmberk y representa un rompecabezas para muchos buscadores de tesoros, indica la administradora.
“Según la leyenda, el que logre descifrar la misteriosa inscripción que se encuentra en el retrato, liberará a Perchta de su maldición. En recompensa, ella le revelará dónde está guardado el tesoro de Rožmberk”.
A lo largo de los siglos han aparecido numerosas interpretaciones de dicho texto, pero la ubicación del tesoro aún sigue siendo un misterio.
(FUENTE: radio.cz)
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