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miércoles, 16 de septiembre de 2015

Cefora desclasificó el primer caso de archivos OVNI de Gendarmería Nacional


Luego de más de tres años de verificar información y entrevistar testigos, la Comisión de Estudios del Fenómeno Ovni de la República Argentina (Cefora) avanza en la desclasificación de archivos ovnis y presenta toda la documentación referente al caso que por primera vez tomó estado público,  confirmó a AIM la directora de la entidad, Andrea Pérez Simondini. Se trata del  documento “Héctor Flores – 2 de noviembre de 1972- Campo de Mayo”.

En diálogo con esta Agencia, Pérez Simondini explicó que “a partir de la campaña de pedido de desclasificación de expedientes ovni, en la Argentina, empezamos a tomar conocimiento, no sólo de nuevos casos, sino de la documentación oficial que ellos generaron”.

La ufóloga destacó que “siempre supimos de casos relacionados con Gendarmería por los medios de prensa, pero nunca pudimos dar con un documento de los mismos, ni aún con el del avión interviniente de la fuerza en el ‘Caso Bariloche – (31 de julio 1995)’”.

Sin embargo aclaró que “gracias a la gestión del Comandante (Re) Rubén Cipuzak, se contactó conmigo el Comandante (Re) Walter Martínez, editor de la Revista del Círculo de Oficiales de Gendarmería, y puso en mi conocimiento el hallazgo de este caso, que ocurrió en 1972”.
El caso
Pérez Simondini relató que el 2 de noviembre de 1972, sobre los cielos de Campo de Mayo, Buenos Aires, un avión de Gendarmería, modelo Cessna 182, monomotor cuatriplaza de ala alta y tren de aterrizaje triciclo, tuvo un incidente con un ovni en pleno vuelo.

Esa noche,  alrededor de las 20:30, tripulantes de una aeronave de Gendarmería Nacional que realizaban un vuelo de instrucción nocturna sobre sobre el cielo de Campo de Mayo (Buenos Aires) observron un objeto volador no identificado.

En esa oportunidad hubo varios testigos: “vieron el ovni el segundo Comandante, instructor del Escuadrón Vuelo de Gendarmería con base en Campo de Mayo, y piloto de la aeronave,  Ramón Héctor Flores; el primer Alférez Alejandro Urs Vogt, en situación de revista en el Escuadrón Vuelo de Gendarmería, y Jorge Torrecilla,  piloto civil y  profesor de Tiro de Gendarmería y del Estado Mayor Conjunto”.

Qué pasó
El informe a Foja 1 especificó que el vuelo de entrenamiento nocturno se inició a las 19:20 en un avión monomotor Cessna 182 (matrícula GN 7E), con tres tripulantes a bordo y bajo muy buenas condiciones meteorológicas (cielo despejado y estrellado). “Según el testigo principal, segundo Comandante Ramón Flores, el avistamiento del objeto comenzó a las 20:30, a una distancia relativa de 35 a 40 (no se especifica la unidad de medida de distancia), a una altura angular de 25º con respecto al horizonte y con una orientación NE”.

La observación del fenómeno duró cerca de 40 minutos, de los cuales entre 28 a 30 minutos el ovni se mantuvo estático, mientras que por un lapso de 10 a 12 minutos acompañó el desplazamiento del avión de Gendarmería.

La ufóloga precisó que “los testigos pudieron apreciar el objeto a simple vista y a través de los cristales de la aeronave. Ante tal situación, el piloto solicitó a la Torre de Control de Campo de Mayo la autorización para dirigirse hacia el mismo con el fin de identificarlo”.

Más datos
El piloto describió el objeto de esta manera: “…presentaba forma de enorme medialuna con su borde interior irregular, pendiendo aparentemente fuera del mismo y en su parte inferior una luz de reducido tamaño con bordes azulados…”.

Al recibir la autorización de la Torre de Control de Campo de Mayo, inició una aproximación ascendente para identificarlo y al acercarse a unos 12 kilómetros, lo caracterizó así: “…presentaba en ese momento una forma casi esférica y bien definida, desapareciendo la luz azulada y el color rojizo del objeto fue tornándose más apagado…”. Para mejorar las condiciones de observación se apagaron las luces internas y externas del avión.

Tanto el color como la forma se mantuvieron hasta que la aeronave se acercó a unos 300 metros del objeto, momento en que el piloto debió cambiar de dirección hacia la izquierda (dirección SE) para evitar una posible colisión a 1600 metros de altura sobre la localidad de Campana (Buenos Aires).

Es en este momento cuando se apreció un cambio en el comportamiento del objeto, ya que durante el viraje evasivo del avión, aquél comenzó a acercarse a, lo que motivó al piloto a tratar de dejar a este objeto por detrás de su aeronave. Durante esa maniobra se apreciaron más detalles: “…pudieron ser divisadas dos o tres luces blancas, pequeñas, de regular tamaño y uniforme dimensión en el tercio inferior del objeto…”.

Informe Anexo II-a
Una vez reorientados con rumbo a Campo de Mayo, Torrecilla, que estaba sentado detrás del asiento del piloto, advirtió que el objeto estaba detrás del avión, con un color más apagado, manteniendo su forma y distancias.

Los tripulantes iniciaron un nuevo cambio de rumbo para tratar de obtener mayores detalles del objeto, pero lo perdieron de vista momentáneamente. Finalizada la maniobra, consultaron  a la Torre de Control de Campo de Mayo sobre la posición del ovni. Entonces, Urs Vogt descubrió la presencia del objeto sobre la misma aeronave, lo que motivó al piloto a descender en espiral hasta los 600 metros de altura (otra maniobra evasiva), donde realizó dos nuevos cambios de rumbo de 90º cada uno, pero “el objeto se mantuvo constantemente sobre la aeronave”.

Informe Anexo II-b
Informada sobre estos acontecimientos, la Torre de Control de Campo de Mayo ordenó el regreso de la tripulación a la base, adoptándose las medidas preventivas del caso.

Durante la maniobra de aproximación final, tanto los tripulantes como la Torre de Control perdieron el rastro del objeto. “Una vez que aterrizaron fueron recibidos por personal del Ejército, quienes estaban interesados en conocer los detalles sobre el incidente”, dijo la ufóloga.

Detalles adicionales
– Durante el vuelo,  la aeronave se mantuvo contacto con las Torres de Control de Campo de Mayo y de La Plata, informando de los pormenores aeronáuticos pertinentes.
– La tripulación pudo oír por radio, mientras volaban, que un avión de Aerolíneas Argentinas informó que también tenía a la vista el mismo objeto.
– Pilotos de la Base Aérea de Morón que volaban en zonas próximas a la del incidente también notificaron estas circunstancias.
– Durante el vuelo no se registró ninguna perturbación de tipo mecánica o eléctrica en la aeronave (ausencia de efectos electromagnéticos).
– Del perfil psicológico del piloto de la aeronave se desprende una personalidad escéptica, objetiva, no propensa a explicaciones “sobrenaturales”, limitándose a informar lo visto.
– El superior inmediato del piloto, el Comandante Jefe del Escuadrón de Vuelo Emir Alberto Thomassey, validó la versión del mismo en función de su capacidad profesional y moral.
–En la Foja 4 del Informe se encuentra un agregado que expresa: “el presente formulario deberá ser llenado por el superior inmediato de quien constate un hecho relacionado con objetos voladores no identificados y tiene por finalidad informar a la superioridad de la institución a los efectos de facilitar la confección de un registro ordenado y permanentemente actualizado de los fenómenos de esta naturaleza observados por personal de su dependencia”.

Conclusión
Pérez Simondini destacó que “Gendarmería Nacional Argentina tenía (o tiene) registros de incidentes ovni que involucraban a personal de la Fuerza, por lo que era una práctica habitual la actualización de los informes”.

Se trata del primer documento oficializado en relación a un fenómeno aeroespacial en posesión de una fuerza de seguridad, en este caso Gendarmería Nacional,  que la organización Cefora, que desde hace tiempo viene bregando por la desclasificación de archivos ovnis, puso a disposición de la ciudadanía “para que sea convenientemente analizado y estudiado, a fin de sacar conclusiones acerca de la naturaleza de este intrigante fenómeno”.

(FUENTE: tiemposur.com.ar)

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