Mientras más selfies te tomas, más bajos es el niveles de satisfacción con tu pareja. Esa fue la conclusión de un estudio realizado por académicos de la Universidad Católica y de Boston, aplicado a la población chilena.
Según la investigación, el éxito de una relación de pareja es cuánto las partes se focalizan en el otro. De hecho, una de las principales razones por las que las parejas terminan su relación es porque sienten que “dan mucho más que el otro”.
Sacarse selfies, por otra parte, obliga a la persona a enfocarse en sí mismo. Hace que el usuario busque el mejor ángulo, lo que ilustra el carácter más narcisista. Esto se contrapone a la vida de pareja, donde aparece el lado más altruista, que es el dejar las necesidades personales de lado para focalizarse en las necesidades del otro.
El estudio
Se encuestó a más de 400 parejas en dos oportunidades, con un año de diferencia entre cada encuesta, y los resultados mostraron que mientras más selfies se sacaban el primer año, peor era su percepción de calidad de pareja el segundo año.
“Mientras más fotos una persona suba, más celos causa en la pareja, que al ver además los comentarios de terceros, comienza a cuestionarse el interés que tiene SU pareja por subir material que considera que de cierta forma le pertenece”, explica el académico chileno Daniel Halpern, quien agrega que por ello se producen diversos tipos de conflictos, los que finalmente terminan afectando la relación de pareja.
Otra razón para este efecto es un tema psicológico y se relaciona al efecto que tiene en el usuario el publicar material que proyecta una imagen ideal o aspiracional de la persona.
“Cómo los demás ven a una persona, afecta la identidad del individuo, que es el cómo se ve a sí mismo. A los niños víctimas de bullying por ejemplo, cuando se les pide dibujarse siempre se dibujan más feos que aquellos que no molestan”, agregó el docente.
El conflicto comienza a producirse porque las selfies que comparten las personas son generalmente las versiones ideales o aspiracionales de ellos mismos. Escogen imágenes casi perfectas, muestran su mejor cara. Y el problema es que la persona que constantemente comparte selfies, también interactúa con terceros en función de esas imágenes, la que al responder y ver comentarios, termina cambiando la forma en que se ve a sí misma.
(FUENTE: ahoranoticias.cl)
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