La prestigiosa narradora belga Amélie Nothomb ha relatado recientemente una notable experiencia con la toma de ayahuasca, bebida ancestral de los pueblos indígenas de la selva amazónica.
Además de exaltar sus propiedades sanadoras del cuerpo y del espíritu, conocidas y pregonadas desde hace siglos por curanderos y chamanes, la escritora afirmó que mediante la ceremonia y el trance de la toma del “yagé” pudo comprobar la existencia fáctica de los espíritus.
Se trata, según sus palabras, de una existencia concreta, palpable y constatable mediante los sentidos, gracias a los efectos de la ayahuasca.
“En esa ceremonia la madre-ayahuasca me tomó en sus brazos, me dijo que era su niña adorada, y me dio un amor que nunca me imaginé posible que existiera. (…) La ayahuasca es una medicina real. Por supuesto es difícil tragarla, pero cuando lo haces, una hora después, eres capaz de ver cosas que de otro modo no podrías. ¡Los espíritus existen!, y podemos verlos. Y no sólo verlos, sentirlos. Ellos te tocan. (…) Las drogas pueden ser tramposas, son una ilusión. Esta no es una ilusión. Tú sientes a los espíritus reales hablándote, y tocándote (…) es simplemente real. Es real”.
(FUENTE: mx.tuhistory.com)
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