Los números con alusiones terroríficas se convierten en unos de los más demandados a la hora de jugar al Sorteo de la Lotería de Navidad, según Ventura 24.
La fiesta de Halloween, con origen anglosajón y que se celebra la noche previa al día de Todos los Santos, lleva varios años arraigada en nuestro país. De hecho, muchos de los españoles la tienen en cuenta a la hora de comprar su décimo de Lotería de Navidad.
Según el estudio realizado por Ventura24.es en 2013, el 25% de los españoles tiene algún tipo de superstición o rito cuando escoge los números de la Lotería de Navidad. De ellos, el 17% compra sus números para este sorteo por impulso y en el último momento. Además, el 75% de los encuestados afirma que tiene la costumbre de intercambiar la lotería con amigos y familiares porque cree que así tiene más posibilidades que resultar premiado.
“El Sorteo de la Lotería de Navidad es un sorteo donde la costumbre y las supersticiones están muy presentes”, afirma Aitor Cañada, Head de Ventura24.es. “Unos creen que los números feos no caen nunca, otros recurren a acontecimientos destacables en su vida u ocurridos ese año, otros pasan el décimo por la tripa de las embarazadas o la cabeza de un calvo, pero por lo general, la gran mayoría tiene algún tipo de costumbre o superstición a la hora de jugar a la Lotería de Navidad”.
Números terroríficos y fallecimientos
Entre los números más demandados en esta época del año se encuentra el número 31 (fecha en la que se celebra Halloween), 666 la terminación satánica por excelencia y, como no, el número 13. Sobre esta última cifra, el 13 despierta sentimientos encontrados en los compradores de Lotería de Navidad. Aunque cada vez hay más personas que lo identifican con un número de buena suerte, todavía muchos lo asocian con un número de mal agüero. Por ejemplo las leyendas nórdicas enumeran 13 espíritus malignos y hay quien incluso sufre un trastorno unido al pánico al número 13. Este trastorno es conocido con el nombre de triscaidecafobia.
A estos números terroríficos, se unen las fechas que corresponden con fallecimientos. Ya sean en el entorno familiar, o de personajes famosos, como es el caso de la fecha de fallecimiento del banquero Emilio Botín, 10.914.
Aunque pueda parecer macabro, el día de la defunción de una persona querida se convierte en una fecha fetiche para la buena suerte. Esto tiene su explicación en que la mayoría de las religiones considera que sólo se puede alcanzar la felicidad plena a través de la muerte.
(FUENTE: noticias.lainformacion.com)
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