Si tienes 25 años o más, estás a punto de conocer una noticia terrible: a partir de ahora, tu vida social va a empezar a ir cuesta abajo sin frenos.
Es una realidad que convertirse en un adulto de pleno derecho parece que venga con un diezmo que se paga en amigos. De repente, el número de gente nueva que conoces al año desciende drásticamente. Una cifra a la que se suman las amistades que, por una razón o por otra, se quedan por el camino como si nunca hubieran pasado por tu vida.
El número de amigos de una persona empieza a descencer drásticamente a partir de los 25 años
Ahora, la ciencia se ha propuesto adivinar a qué edad exacta se produce tal cataclismo y resulta que se da mucho antes de lo esperado: a los 25 años.
Aunque, tal vez, el método seguido por estos científicos no sea muy preciso, ya que se ha basado en el número de llamadas telefónicas que realiza una persona al mes. El estudio deja, por tanto, fuera la comunicación a través de internet y convierte a tu telepoeradora en uno de tus mejores amigos. Aunque los investigadores han defendido el método argumentando que, al cotejar los datos con otros estudios realizados en base a interacciones cara a cara, coincidían.
Las estadísticas arrojan que el hombre medio contacta con 19 personas al mes cuando tiene 25 años. Mientras que las mujeres con 17,5 personas. Sin embargo, con el tiempo, los números se invierte.
A los 80 años, el número deja de decrecer y se estanca
A los 39, los hombres ya solo contactan con una media de 12 personas y las mujeres con 15 al mes.
La cifra sigue descendiendo en picado hasta pararse en seco a los 80 años cuando los hombres llaman a 6 persona y las mujeres a 8..
No se debe a que, a esa edad, se dejen de perder amigos, la cifra se detiene, simplemente, porque la gente perteneciente a ese rango de edad llama a sus hijos y nietos y continúan haciéndolo hasta su muerte.
Dedicamos la adolescencia y los primeros años de juventud a experimentar socialmente
La explicación que dan los investigadores para justificar que, antes de los 25 años, el número de contactos sea ascendiente y que, a partir de esa edad, no deje de bajar se debe a que empleamos la adolescencia y los primeros años de nuestra juventud en experimentar socialmente antes de asentarnos con un grupo de amigos cercanos.
El estudio nos compara con "compradores escrupulosos" que prueban diferentes amigos antes de destinar toda su energía a un grupo selecto.
Ahora ya sabes por qué, de repente, tu teléfono ya no suena como antes.
(FUENTE; playgroundmag.net)
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