El socorrista cuenta en su muro de Facebook que al llegar a su oficina luego de documentar el fallecimiento de una mujer en Santa Catarina Pinula, Guatemala, se dispuso a redactar el boletín que diariamente emite para la consulta de los medios de comunicación, pero nunca se imaginó que no estaba solo en su espacio de trabajo.
“Cuando regresé a la oficina saqué mi equipo y puse todo en orden. Empecé a redactar porque tenía muchas notas departamentales y una que otra de la capital, así que comencé. De repente observé que se acercó el jefe general de servicios (David Cajas) y en la misma pegó un regresón. ¡Púchicas! ¿Saber qué quería?”, relató González en su cuenta de Facebook.
Luego prosiguió su relato y comentó que el jefe regresó y le dijo: “que tal patojo, aquí pasaba a saludarlo”, a lo que González respondió: “Gracias”, pero aprovechó el momento para preguntarle por qué llegó sin hablarle, minutos antes. En ese momento que surge lo escalofriante de su historia.
“Como aquí estaba con una señora me dio pena entrar. Pensé que estaba solicitando algún servicio y mejor dije, que la atienda”, le contestó David Cajas. González dijo que pensó “ay mamá” y cuenta que se le “durmió” la cabeza y se le erizó la piel, porque él es consciente que en ese momento estaba solo.
“¡Él juró que había visto a la señora conmigo!”, dijo González, agregó que por el miedo decidió apagar la computadora y fue a dormir. “¡Hasta hoy hice mi boletín del día, porque me dio miedo!”, expresó.
El comunicador, vía telefónica con Prensa Libre, explica que en la jornada de este domingo, aproximadamente a las tres de la tarde, un portón “enorme” que tiene la estación de la 19 calle, en la zona 1, se abrió y se cerró solo. Para esa tarea se necesita la fuerza de dos hombres.
No es la primera vez
González informó que no es la primera vez que pasan cosas paranormales en le estación. Cuenta que en el lugar ronda un niño, quien ser ríe con quien lo ve, y un duende. Hay una cama “voladora” que ningún socorrista quiere utilizar porque terminan con pesadilla.
El portavoz, que lleva 30 años en la institución, recuerda que hace aproximadamente 20 años, mientras todos los rescatistas almorzaban, las camillas empezaron a temblar. Hubo asombro, pero pensaron que se trabaja de un temblor, pero nadie reportó el sismo; sin embargo, 20 minutos más tarde recibieron una llamada de emergencia, y reportaron un accidente en carretera en el que murieron unas 20 personas.
“Los bomberos aprendemos a convivir con cosas extrañas. Pero ayer (domingo 30 de abril), sentí mucho miedo, por eso decidí apagar mi equipo y me fui a dormir”, afirmó.
(FUENTE: prensalibre.com)
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