El templo de Maha But, en Bangkok, es a diario un hervidero de personas que acuden a solicitar al fantasma de una mujer fallecida hace un siglo que les revele el número de la lotería, un juego que apasiona a casi todos los tailandeses.
La enorme superstición de este pueblo ha convertido la más conocida y luctuosa historia de amor del antiguo Reino de Siam, inmortalizada en decenas de libros, películas y musicales, en una atracción lúdica y un próspero negocio.
Según la leyenda, Mae Nak Prakanong y su bebé murieron durante el alumbramiento, cuando su marido se encontraba ausente, y por amor volvió del mundo de los muertos para disipar la soledad de su esposo, hasta que un monje budista atrapó su espíritu en una botella.
"He venido para que me toque la lotería. Así podré pagar los estudios de mi hijo", explicó a Efe, Duangporn Poochitpakorn, quien acudió al templo con una compañera de la oficina.
"Si no consigo el número ganador, lo intentaré otra vez. El secreto está en la fe. Cuanto más crees, más probabilidad de éxito tienes", agregó solemne el tailandés, mientras recogía bolas numeradas de una vasija de barro.
Al caer la noche, un goteo incesante de devotos acude a Maha But, convertido en un centro de peregrinaje de jugadores empedernidos y un polo de atracción para los vendedores de lotería.
Con una estética hortera o kitsch, el sagrario dedicado a la madre y su hijo rebosa de osos de peluche y otros juguetes, vestidos de mujer y otro tipo de ofrendas, como fruta, gaseosa, arroz, incienso, monedas y billetes.
El dinero recaudado por el monasterio construido durante el reino de Ayutthaya se destina a adecentar las instalaciones, construir nuevos sagrarios y a su escuela.
Mae Nak Prakanong aparece representada en varios retratos colgados y en una figura dorada, con el hijo en brazos, de rasgos primitivos y con un maquillaje prominente.
Los jugadores supersticiosos siguen religiosamente el ritual que les traerá la riqueza y comienzan por presentar sus ofrendas y rezar de rodillas.
Después, buscan los números de lotería en las bolas numeradas o aplican cera sobre el tronco de un árbol que luego frotan con el dedo con la esperanza de vislumbrar los dígitos ganadores.
Otros prueban con las varillas numeradas contenidas en un cilindro que agitan ante el supuesto cadáver de un bebé conservado dentro de una urna.
La primera referencia a Mae Nak Prakanong apareció en un artículo periodístico en 1899, en respuesta a los lectores que pedían saber más sobre la historia del ánima.
El periodista refutó el lado paranormal y defendió la veracidad de la historia de Nak, que vivió en el distrito de Prakanong y murió al dar a luz, cuando su marido estaba ausente cumpliendo con la milicia.
Su hijo, al hacerse mayor, no quería que su padre se casara de nuevo y urdió la estratagema del fantasma, que no era otro que él disfrazado.
El suceso se metamorfoseó en leyenda y apareció el venerable monje que conseguía atrapar el ánima en una botella gracias a un fragmento del cráneo de la difunta.
Los tailandeses creen que Mae Nak Prakanong, como también llaman popularmente al templo, revela números de lotería y ayuda a los soldados a librarse del servicio militar.
También creen que las embarazadas no son bien recibidas en el monasterio, que alberga un cementerio de figuras y espejos rotos que traen mala suerte.
A los que les tocó la suerte, suelen contratar compañías de teatro y organizan funciones infantiles en el templo en señal de agradecimiento.
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