Un equipo internacional de científicos ha descubierto cuatro nuevos planetas que orbitan dos estrellas cercanas que son muy similares al Sol. Estos descubrimientos apuntan a la detección de posibles mundos habitables en los próximos años. Los investigadores, que publican su trabajo en la revista «Astrophysical Journal», han empleado el Telescopio Anglo-Australiano de Nueva Gales del Sur y el Telescopio Keck en Hawaii.
Por un lado, los astrónomos han descubierto tres planetas con masas que van desde los 5,3 a las 24,9 masas de la Tierra y orbitan la estrella 61 Virginis, que virtualmente es un gemelo del Sol. Los científicos han utilizado la técnica del efecto Doppler, que mide cómo las estrellas son atraídas por la gravedad de sus planetas.
Según explica Chris Tinney, integrante del equipo científico, «estos planetas son particularmente excitantes. En nuestro sistema solar Neptuno tiene una masa de 17 veces la de la Tierra. Parece que podrían existir muchas estrellas similares al Sol cercanas con planetas de esa masa o menor. Estos apuntan a planetas incluso más pequeños que podrían ser rocosos y adecuados para la vida».
La estrella 61 Virginis puede observarse a simple vista. Se encuentra a 28 millones de años luz de la Tierra en la constelación de Virgo, cuyo ascenso puede verse en este momento del año unas pocas horas antes del Sol.
El cuarto planeta que descubrieron los investigadores es de la masa de Júpiter y orbita la estrella similar al Sol 23 Librae. La 23 Librae se encuentra a 84 años luz de la constelación de Libra. Se descubrió otro planeta alrededor de esta estrella en 2006: esta nueva es la segunda. El nuevo planeta tiene una órbita de 14 años. Esto la convierte en muy similar a Júpiter, que tiene una órbita de 12 años.
«En realidad, lo que detectamos de este sistema de estrellas es muy parecido a lo que detectamos de nuestro propio Sistema Solar si lo observamos desde la distancia, ya que Júpiter tiene el efecto gravitacional más fuerte de todos los planetas del Sol», explica Simon O'Toole, del Observatorio Anglo-Australiano.
Según señala Hugh Jones, de la Universidad de Hertfordshire, «estamos ahora en posición de cuantificar los planetas comunes como Júpiter alrededor de las estrellas como nuestro Sol. En comparación con el Sistema Solar, la mayoría de sistemas extrasolares parecen extraños, con planetas en órbitas muy pequeñas o elípticas. En contraste, este nuevo planeta tiene una órbita que es grande y casi circular y por primera vez comenzamos a ver sistemas que se asemejan al nuestro».
Según apuntan los investigadores, el planeta interior del sistema 61 Vir se encuentra entre las dos o tres señales planetarias de baja amplitud que han sido identificadas con fiabilidad.
«Hemos descubierto que existe una ventaja tremenda de combinar datos de dos observatorios mundiales y está claro que tendremos una oportunidad excelente para identificar posibles planetas habitables alrededor de las estrellas más cercanas en los próximos años», concluye Paul Butler del Instituto Carnegie de Washington.
(FUENTE: abc.es)
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