El cineasta Peter Jackson, director de la saga "The Lord of the Rings", aseguró hoy que tuvo un encuentro real con un fantasma cuando aún estaba empezando su carrera, aunque afirmó que eso no lo marcó como realizador.
Jackson relató su experiencia espectral en una rueda de prensa celebrada en Los Ángeles con motivo de la presentación de su próxima película, "The Lovely Bones", en la que intercala el más allá con el mundo de los vivos.
El director hizo memoria y se remontó a finales de la década de los 80 cuando estaba en un pequeño apartamento que tenía su pareja en frente de un antiguo teatro de la localidad de Wellington, en su natal Nueva Zelanda.
"Me desperté por la mañana y ella fue a hacer té. Estaba solo en la habitación, tumbado en el colchón, y de repente me di cuenta de que había una mujer de pie al final de la cama. No hacía ruido, era gris, monocromática y vestía con ropa antigua", declaró Jackson.
La aparición alteró a Jackson, especialmente porque el fantasma "tenía los ojos y la boca abierta como si estuviera gritando de odio y furia", según recordó.
"Me miraba fijamente y yo estaba asustado, aunque nunca pensé que fuera a hacerme daño porque estaba quieta. Luego lentamente empezó a desplazarse como flotando hacia un lado hasta que llegó a la pared de ladrillo de la habitación y desapareció", dijo.
Cuando su pareja entró a los pocos minutos en el cuarto donde él estaba, Jackson le contó lo ocurrido y, según manifestó, ella le contestó que había visto a ese mismo espectro un año antes en la misma habitación.
Hace tres años, Jackson, quien ahora vive en otro domicilio de la misma ciudad, supo a través de un periódico local de la historia del teatro que estaba en frente de aquel apartamento, llamado Saint James, que se había convertido en noticia por unas obras de remodelación.
El lugar, según dijo el director, había sido a principios del siglo XX escenario de obras de vodevil.
"Hubo una actriz de unos 50 años que fue abucheada y humillada por los espectadores porque algo salió mal en una obra, huyó a su camerino y se suicidó. Desde entonces mucha gente aseguró haber visto rondando por el teatro el espíritu de esa señora, que tenía la boca abierta como si estuviera gritando", indicó.
Jackson aclaró, no obstante, que la inquietante experiencia no lo afectó especialmente ni le cambió en su forma de vivir o trabajar.
(FUENTE: esnoticias.yahoo.com)
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