No es raro que aún en nuestros tiempos, existan e incluso aún se hayan acrecentado, las personas de todas las edades que coleccionen libros de temática esotérica y similares; a pesar de que hoy en día, por medio de la Internet y los EBooks, casi todos tenemos la posibilidad de acceder a casi todo lo impreso y publicado con respecto al mundo parapsicológico, muchas personas (entre las cuales me incluyo), aún buscan con insistencia los queridos y a veces, venerables, libros impresos.
Casi todos los que nos hemos introducido (ya sea por profesión, como hobby o interés en tener más conocimiento), en el mundo lo sobrenatural, la parapsicología y los grandes misterios del mundo, hemos dado nuestros “primeros pasos”, adquiriendo un ajado libro de segunda mano, el cual pertenecía a una edición de varias décadas pasadas; también los hay que, tuvieron su primer contacto con un libro de magia o esoterismo, al encontrarlo oculto en nuestras propias casas, siendo tal vez un libro que perteneció a algún pariente ya fallecido.
Estos “hallazgos”, nos son una especie de recuerdo entrañable: ¡cuántos de nosotros no hicimos “nuestras primeras letras mágicas” con libros tales como “Aprende a leer el futuro con los naipes españoles” o “El libro de la Clavícula de Salomón”!,… A muchos de nosotros, esa suerte de primigenio “descubrimiento de algo prohibido” fue tan intensa, que casi de inmediato uno se terminó convirtiendo en coleccionista de estos libros. Asimismo, no es raro que casi todo practicante de las llamadas Ciencias Ocultas, tenga como un deseo oculto, el poseer una extensa biblioteca de libros misteriosos y profundos: se podría decir también que, para muchos, esa es una imagen recurrente, al pensar en los magos y estudiosos de siglos pasados.
En el mundo del esoterismo, el libro impreso en papel aún es muy apreciado: muchos los consideramos como un “primer maestro” o una de nuestras posesiones más preciadas. Asimismo, el hecho de que la interconexión casi mundial que nos permite el ciberespacio, ha permitido que los coleccionistas en toda regla, tengan acceso prácticamente a cualquier tratado del tema que ha sido impreso.
Estos tips que paso a reseñar, no solo los dedico a los aficionados a los libros esotéricos –los cuales son muchos-, sino principalmente a los jóvenes que gustan de los temas referidos al mundo del misterio y que, ya de una manera u otra, se hayan ya inmersos en su búsqueda personal de “sus” joyas más anheladas: el lograr adquirir “ese” libro tan esquivo, y que para él o ella, tal vez quizás, ahí precisamente, se haya ese conocimiento que tanto buscan.
13 tips para el coleccionista de libros esotéricos:
1.-Los libros antiguos son los mejores
Tan simple como eso: ¿por qué los libros antiguos son mejores que los actuales?, pues por varios motivos. El primero, por que eran confeccionados en épocas que todo (incluidos los libros), eran elaborados para ser “durables”: pastas a prueba de un uso muy duro, papel idem y una confección que les permitiesen incluso ser heredables. Así como la confección era un aspecto en que se ponía gran esmero, los escritores también se esmeraban en la información que ahí mostraban (algo muy escaso hoy en día, como veremos más adelante) Otro factor de suma importancia es que, en obras esotéricas de finales del siglo XIX por ejemplo, eran verdaderos compendios del saber de su época: en aquel entonces, no eran pocos los psicólogos y científicos serios y muy reconocidos que investigaban el mundo paranormal y publicaban sus trabajos. Igualmente, no es raro encontrar en ellos esquemas de instrumentos de investigación y/ó rituales a los cuales no podemos acceder libremente hoy por los odiosos “derechos de autor”. En este apartado, yo conservo un libro de hipnosis de 1902: sus fotografías e información son tan completas –y que no las he vuelto a encontrar en ningún libro moderno-, que lo han hecho para mi, uno de mis más preciados libros.
2.-Visita mensualmente tus “lugares secretos” en tu ciudad; si no los conoces DESCÚBRELOS
En algunos sitios se les dice “mercados de pulgas”, para otros son simples ferias de libros de segunda mano y también hay no pocas tiendas de antigüedades: toda ciudad, grande o pequeña, cuenta con lugares secretos, verdaderos paraísos para el coleccionista de libros esotéricos. Unos de mis preferidos son esas tiendas casi en extinción, cuyo propietario, un anciano tan viejo como sus libreros, y que persiste en vender obras de todo tipo, todas muy antiguas. Un coleccionista de libros esotéricos debe ser también una suerte de explorador urbano: dichos comercios no aparecen anunciados en ninguna parte. Uno de mis “lugares secretos” favoritos es una tienda media oculta en los altos de un viejo edificio de mi ciudad: al parecer heredaron los inventarios no vendidos de una quebrada distribuidora; la visito todas las semanas, ya que, conforme sacan lo que aún tienen almacenado, lo ponen en venta; terminan convirtiendo mi visita en ni “navidad semanal”.
Otro disfrute de hurgar buscando libros esotéricos viejos es que muy pocos conocen su valor: para la mayoría, no pasan de ser “antiguayas sin sentido”; ahí entra el placer de comprar “a la antiguita”, o sea, regateando. No es raro para quién domina esas lides, obtener un tomo por el cual hubiese dado su alma, por algo menos que un par de dólares. Es importante también trabar amistad con nuestro vendedor ocasional: la cofradía de los vendedores de libros raros ó antiguos es reducida, pero muy bien interconectada.
3.-Recuerda: las Ciencias Ocultas son una sola
Actualmente muchos se desviven por adquirir el último libro, la última publicación de su escritor favorito, cual si fuese el último grito de la moda poseerlo ó incluso como si fuese la llave que enseñará el último secreto develado al mundo, lograda tal proeza por ese escritor que lleva millones de libros vendidos y que aparece en todos los diarios y programas de entrevistas,… no quiero decepcionar a nadie, pero lo que diré es una verdad hace tiempo conocida: los secretos místicos y esotéricos parten de un tronco común de conocimientos, por lo que no es raro por ejemplo –y espero no decepcionar a nadie al decir esto-, que si uno se lee de pe a pa “El Secreto”, descubra que sus prácticas (con lagunas diferencias), ya fueron reseñadas en textos de psicotrónica de 40 años antes, utilizados por métodos de autoayuda tales como el Arica o El Silva’s Mind Control, o incluso Paulo Coelho.
Para los más jóvenes, mi consejo es, vayan a las raíces del conocimiento y luego de eso, escojan la opción que les parezca más atractiva.
4.-Revisa el año de publicación de libro
Un dato interesante para el coleccionista es el año de publicación, sobretodo cuando se busca un conocimiento esotérico específico y con la mayor cantidad de información posible: como antes expliqué en los tips 1 y 3, los libros esotéricos antiguos son mejores, y uno de los motivos es porque existe, desde la segunda mitad del siglo XX, una permanente tendencia a “copiar” la información entre un autor y otro, y entre una colección y otra. Por eso no es raro encontrarnos con un ritual ya conocido en un libro y luego hallarlo duplicado en otro (cosa similar a lo que vemos en blogs y páginas de Internet)
Si uno desea obtener una información esotérica más auténtica y profunda, frecuentemente la obtendrá en libros impresos de 1950 para atrás: en esas épocas, los escritores tendían a ser más minuciosos: el motivo es que no vivían pensando en que “tenían que guardarse algo” para publicar al próximo año, esperando repetir el “boom”,… como les sugieren ahora las editoriales.
5.-Para conocer qué puedes hallar y qué no, básate en la geografía
Esta es una forma eficaz de saber rápidamente qué puede obtener uno de segunda mano en su localidad, y qué es mejor buscar en tiendas especializadas ó en Internet. Antes de la globalización total, los libros seguían las rutas habituales de barcos y aviones, las cuales no eran tan largas como ahora: por eso para un coleccionista es fácil intuir qué libros esotéricos de segunda le será más fácil (y barato hallar) en su localidad. En nuestro idioma, las editoriales de la temática más importantes se hallaban en Ciudad de México, Buenos Aires y obviamente, Madrid. Dándole una ojeada a un mapa de rutas aéreas y de barcos del siglo pasado (el XX), uno puede darse cuenta que, por ejemplo, le será más fácil obtener un libro que se imprimió en Buenos Aires si vive en Bogotá, y más bien difícil si fue impreso en México DF si usted viven en Osorno (Chile) De más no está decir que este tip se cumple solo con ediciones antiguas y no reimpresas.
6.-Compartir tu afición con tus amigos te ayudará mucho
Nunca sabemos lo que el destino nos puede deparar el destino: el que nuestros amigos sepan que somos aficionados de los libros esotéricos antiguos nos puede traer más de una sorpresa: “¿sabes?,… mi tío falleció hace unos meses y tenía un montón de libros en casa; hay varios de los que te gustan”, me dijo hace poco un amigo; el resultado fue obtener tres libros que nunca creí que podría conseguir y al costo de aceptar el agradecimiento de la familia de mi amigo por darles una mano en alivianarles el peso.
7.-No confíes en tu suerte
La suerte es muy tirana a veces y por esto pongo esta clave: así como a ti te pueden apasionar los libros antiguos, a otras personas que no conoces también, por lo que no te puedes confiar en eso de “¡bah, a quién le podría interesar!,…” Una vez encontré un texto que buscaba hacía 5 años: era sobre técnicas de telepatía; tenía el dinero para comprarlo, pero,… preferí ir a comer una pizza,… podía regresar al día siguiente: no hace falta explicar lo que pasó. Ahora siempre llevo en la billetera unos 10 dólares “por si acaso”.
8.-Descarta los libros que dicen: “34ava. Edición: más de 15’000,000de copias vendidas en todo el mundo”
Generalmente dichos libros solo fueron escritos solo para venderse y nada más: por experiencia puedo asegurar que en un libro que lleve esto en la carátula no te enseñará absolutamente nada. No importa que tenga un título tan atrayente como “Manual para conectarte con los muertos” o algo parecido; será una pérdida de tiempo y dinero (digamos que es la “campaña de marketing” de los años ‘60s)
9.-Mantén tu colección de libros en lugar seguro
Recomendar esto me hace recordar un aspecto triste acerca de crear nuestra propia colección de libros esotéricos; conozco a decenas de amistades que me han contado la misma triste historia: “…yo coleccionaba libros esotéricos: incluso tenía ese, el que buscas, pero un día, mi mamá se metió en mi cuarto y me los quemó todos,…” Tanto en tiempos antiguos como hoy en día, el leer y coleccionar libros esotéricos es una práctica incomprendida por estereotipos religiosos: tal vez ya no irán a tu casa una horda con antorchas, dispuestos a destruirlo todo, pero la verdad es que en este “hobbye” (el de coleccionista de lo esotérico), ni en la familia se puede confiar.
Conozco a una amiga, gran coleccionista de “libros malditos”, que hizo lo más sensato posible: convenció a su abuela que le herede un viejo baúl, de esos que uno podría sacar de un galeón sumergido (o sea, A PRUEBA DE TODO), y guardó en él todos sus preciados libros –sabía perfectamente lo que pensaba su madre se “¡esas cochinadas demoníacas que guardaba!”-, y durante toda su adolescencia y juventud, conservó la llave en lugar seguro. De otra forma, sus preciados tomos hubiesen terminado cenizas.
10.-¡No hipoteques tu alma por un libro!!
Hoy en día es normal encontrar libros esotéricos muy difíciles de encontrar, siendo ofertados en Internet,… y a precios prohibitivos e incluso prácticamente inalcanzables: asimismo, no es raro encontrarte con ofertas que son astronómicamente absurdas; si bien a veces la manía del coleccionista nos puede atacar, lo mejor es aprender a conservar la compostura: salvo que sea un original de un tratado iluminado de ritos oscuros del siglo XVII ( algo raro en verdad), no vale la pena vender todo por un tomo: siempre podrás encontrar el libro que buscas si eres perseverante y si crees en el destino.
11.-Lleva contigo, SIEMPRE, tu lista de libros aún por encontrar
No confíes en tu buena memoria: olvidar autores y títulos es algo muy común, por lo tanto, tener tu pequeña listita de títulos ó autores es una muy sabia costumbre,… y también releerla de vez en cuando.
12.-“Los libros llegarán a ti, cuando tengan que llegar”
Este primer consejo a nivel esotérico para el coleccionista, es como verán, casi igual al consejo que le dan a uno con respecto a “buscar un maestro”, en el mundo del esoterismo: los libros SON maestros, y por lo tanto, llegarán a cruzarte en tu vida cuando haya llegado el momento en el que tú, amigo(a) coleccionista, debas encontrarlo. Tenlo presente.
13.-Cuando adquieras un libro esotérico, no lo agregues de inmediato a tu colección: “oréalo” y purifícalo
Siempre es necesario recordar que un libro antiguo ha tenido frecuentemente, más de un dueño. Asimismo, hay que recordar que nunca se sabe qué manos los han tocado (y me refiero al aspecto esotérico: esto es importante cuando se trata de libros de rituales ó tratados de Magia Negra); no es un mito la existencia de “libros malditos” –en el exacto término de la palabra-, por lo que no es infrecuente encontrar un libro antiguo que ha tenido dueños que los han usado para prácticas rituales, se encuentren los mismos “cargados”.
La mejor forma de “limpiarlos” es, primero, no llevarlos al dormitorio de inmediato: el dejarlos orearse un poco en un lugar fresco e iluminado (pero no bajo un sol calcinante), ó junto a una ventana a la luz de la luna es lo ideal; asimismo, luego abrir las hojas y defumarlas con un poco de humo incienso (recomiendo mirra o romero)
Mi consejo final párale coleccionista de libros esotéricos sería: comparte el conocimiento, si,… pero a la vez sé un poco egoísta. A ver, respóndete esto ¿cuántos libros de otros temas, has prestado y no han vuelto ya nunca más a ti?,…
Hey buenos consejos lamentablemente en rep dom no conosco tiendas como las que mencionas
ResponderEliminarQuerido Tehewanted: busca y encontrarás,... sobretodo si ha llegado el momento en que el destino te guíe a los libros que debes leer. Suerte.
ResponderEliminarTengo algunos que te pueden interesar
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