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martes, 1 de diciembre de 2009

Descubren un agujero negro capaz de construir su propia galaxia


¿Qué viene en primer lugar, los agujeros negros supermasivos que devoran frenéticamente la materia o las galaxias enormes en las que residen? Un equipo de astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) ha descubierto un agujero negro capaz de «construir» su propia «galaxia anfitriona», un escenario que jamás había sido observado anteriormente por los científicos. Según los expertos, el hallazgo podría ser la clave que buscaban desde hace mucho tiempo para comprender por qué la masa de un agujero negro es mayor en las galaxias que contienen más estrellas.

«La pregunta del 'huevo o la gallina', aplicada en el sentido de si viene primero la galaxia o su agujero negro, es uno de los temas más debatidos en la astrofísica de hoy», ha afirmado el autor principal del hallazgo, David Elbaz. «Nuestro estudio sugiere que los agujeros negros súper masivos pueden desencadenar la formación de estrellas y así, construir sus propias 'galaxias madres'. Este eslabón también puede explicar por qué las galaxias que albergan agujeros negros más grandes tienen más estrellas».

Un quásar desnudo
Para llegar a esta extraordinaria conclusión, el equipo de astrónomos realizó extensas observaciones de un peculiar objeto, el quásarHE0450-2958, ubicado a unos cinco mil millones de años-luz de distancia, y conocido como el «desnudo» o «sin hogar», porque es el único al que no se le ha detectado una «galaxia madre».

Hasta ahora se había especulado con que la «galaxia madre» del HE0450-2958 podría estar escondida detrás de grandes cantidades de polvo. Para evitarlas en sus observaciones, los astrónomos emplearon un instrumento de infrarrojo en el Very Large Telescope de la ESO y obtuvieron una nueva y sorprendente perspectiva del sistema. Mientras que alrededor del agujero negro no se revela ningún indicio de estrellas, la galaxia que lo acompaña es extremadamente rica en estrellas muy jóvenes y brillantes. La conclusión es que el quásar podría estar induciendo con sus chorros de partículas altamente energéticas la formación de estrellas a una velocidad equivalente a unos 350 «soles por año», cien veces más que las velocidades de galaxias típicas, y, de esta forma, creando su propia galaxia madre. En tal escenario, las galaxias habrían evolucionado a partir de nubes de gas golpeadas por los energéticos chorros que emergen de los quásares.

Tienden a la fusión
«Los dos objetos tendrán que fusionarse en el futuro: el quásar se está moviendo a una velocidad de unas pocas decenas de miles de kilómetros/hora con respecto a la galaxia que la acompaña y su separación es de sólo unos 22.000 años luz», ha dicho Elbaz. «A pesar de que el quásar aún está 'desnudo', estará 'vestido' cuando se fusione con su compañera rica en estrellas. Entonces, finalmente, residirá dentro de una galaxia madre como todos los demás quásares», ha apostillado.

Los futuros instrumentos, tales como el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, el European Extremely Large Telescope y el Telescopio Espacial James Webb de la NASA serán capaces de buscar tales objetos a distancias aún más grandes de la Tierra, investigando la conexión entre agujeros negros y la formación de galaxias en el Universo más distante.

(FUENTE: abc.es)

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