El místico barrio de Santa Cruz, su Iglesia; la Casa Fabiola, a un paso; el Instituto Británico o la antigua Facultad de Relaciones Laborales, muy cerca de allí, esconden misterios «paranormales». Sigue esta ruta por varias «casas encantadas» en Sevilla.
El misterio, lo oculto, lo paranormal... Aquéllo que se desconoce, da miedo, sí, pero a la vez desata una profunda curiosidad. "Al sevillano le gusta pasar pánico, le encanta de hecho, sin embargo, le horroriza, por otro lado", comenta José Manuel García Bautista, investigador de fenómenos paranormales.
La mayoría de sus investigaciones se han centrado en Sevilla, ciudad plagada de misterios que como bien él mismo dice "por esta ciudad ha pasado de todo: Desde emperadores hasta reyes musulmanes, también le afectó la peste, actuó la Inquisición... Incluso, podemos estar viviendo encima de cementerios sin saberlo", afirma.
Hoy el viaje por la Sevilla misteriosa se cuela por callejones del barrio de Santa Cruz, por casas "encantadas", constatadas así por este investigador, que ha comprobado in situ la autenticidad de estos fenómenos. Primero, por la calle Lope de Rueda, donde se «manifiesta lo extraño, en forma de poltergeist (supuesto fenómeno parapsicológico consistente por lo general en ruidos o movimiento de objetos, atribuidos a espíritus, entidades malignas u otras causas no científicas)». «En una casa solariega su propietario comienza un día a sentir ruidos extraños, y a afirmar que hay anomalías en la instalación eléctrica» comienza Bautista. En principio, son casas antiguas cuya explicación no tiene por qué deberse a un fenómeno paranormal. «Ante los ojos del propietario comienza a manifestarse algo extraño, los objetos se desplazan de lugar, las lámparas que cuelgan del techo se balancean, dándose un ruido ensordecedor. Incluso se produce contacto físico con algo que no se aprecia», termina. Esta persona llama a un grupo de parapsicología para tratar de investigar el problema. «Esta casa se configura, por tanto, como uno de los edificios que en la década de los 80, fue de las más activas a nivel paranormal».
Pero no es la única, el barrio de Santa Cruz tiene más lugares encantados y con mucho encanto. Por ejemplo, su iglesia. Este lugar, tradicionalmente cofrade, también tiene una historia de esas "paranormales". Aquí, una vez cada década, hay una singular aparición que, tras recogerse la Hermandad, se queda delante del paso como cabizbajo. «Ese "ser" no debería estar ahí, no se sabe siquiera quién es y simplemente cuando termina, desaparece».
Casa Fabiola, antigua Fundación Lara
La Casa Fabiola, antigua sede de la Fundación Lara, tiene otra de esas curiosas historias que no dejan indiferente. Aquí se sentía como si alguien se paseara pausadamente por la planta de arriba, cuando en realidad allí no había nadie. Incluso, según afirma Bautista tras contrastar estos hechos con testigos, las luces se encendían solas o las alarmas sonaban. Según narra el propio investigador, «en esta casa nació el arzobispo de Westminster, tal y como reza la placa que hay en la pared. Dicen que aquel personaje pidió que se le enterrara en Sevilla, y que al no ser así, y ya hace de esto más de un siglo, su fantasma se pasea por este lugar.
Instituto Británico
El caso del Instituto Británico puede decirse que es casi una leyenda en Sevilla. «Por sus pasillos merodeaba una señora, una dama blanca, que se paseaba por toda la arcada de la primera planta y que al bajar por unas escaleras, desaparecía». Este fenómeno era tenido en cuenta como una aparición, como una leyenda romántica, sin embargo, a mediados de la década de los 80 se reforma el edificio y justamente detrás del hueco de la escalera aparecen los restos óseos de lo que parece ser una mujer. Finalmente, apunta Bautista, «se llega a la conclusión que aquella mujer fue enterrada u ocultada, manifestándose realmente como un fantasma que habitaba en esta casa».
Antigua Facultad de Relaciones Laborales
Justo al lado del Instituto Británico y, siguiendo con esta particular ruta, se encuentra la Facultad de Relaciones Laborales, donde también ocurrían todo tipo de fenómenos. A mediados de la década de los 90, eran bastantes los guardias de seguridad que comentaban que «por las noches realmente no había quién parara en el lugar». ¿El motivo? Todo tipo de ruidos extraños, voces que los llamaban por su nombre, alarmas que se desactivaban, puertas que se abrían y se cerraban, sin que existieran corrientes de aire... Algunos contaban cómo habían visto a una señora con una especie de candelabro que hacía un recorrido cíclico por aquella primera planta.
Plaza del Pan
De la Facultad de Relaciones Laborales, en la calle Madre de Dios, llegamos a Puente y Pellón, donde estaban los antiguos almacenes Vilima y donde, precisamente, se encierra otro misterio. En los ochenta, se produce un incendio en ese edificio, al cual acude una dotación de bomberos y cuando están en la última planta, vence el suelo. Los tres bomberos fallecen. A partir de entonces, y tras una reforma, todo el que trabajaba en aquella planta sentía como si estuviera acompañado, veía sombras... En la parte de zapatería se movían incluso los zapatos o algunos objetos cambiaban de sitio, por sí solos...
Librería Don Cecilio, en Triana
Estamos en una de las librerías con más tradición de Sevilla, la librería Don Cecilio (C/Castilla,47) porque aparte de celebrarse aquí la Semana del Misterio, este mismo lugar, tiene su propio misterio. «Un buen amigo me comentó que él estaba en la barra (este local tiene un un ambigú) y se disponía ya a irse a casa cuando al apagar todas las luces, las de la planta de arriba se volvieron a encender», dice. Como si de un juego se tratara subió, las volvió a apagar y se encendieron de nuevo. «Al subir se da cuenta que al final de la sala hay algo, una especie de sombra, grande, robusta, como si hubiera otra persona aquí adentro, que va caminando hacia un determinado lugar y allí se pierde». A este fantasma le llaman "el fantasma de Don Cecilio".
Rafael, dueño de la librería, comenta a abcdesevilla.es que las apariciones de este extraño ser se han sucedido ya en tres ocasiones. En una de ellas, un "chiquillo" le dijo a su padre: "Papá, aquí hay un señor detrás con una mascota, que me ha sonreído", cuando allí no había nadie.
Al año de esto, dos clientes vieron a esa "persona fantasmagórica" deambulando por la misma zona. En 2009 fue cuando se le vio por última vez. Rafael recuerda cómo claramente vio la figura del señor con mascota, pero al mirar la grabación de las cámaras de seguridad, sólo aparecía él y varios clientes entrando y saliendo. Rafael asegura que no piensa en el fantasma cuando cierra la librería, «aunque me tomara una copa con él, tendría mis dudas de si existe», dice. Un misterio más engrosado a la larga lista de misterios en Sevilla.
(FUENTE: abc.es)
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