El 91% de hombres puede imaginar casarse con alguien que gana mucho menos que ellos pero sólo 37,9% de las mujeres pueden imaginarlo. La mayoría de hombres (87,4%) pueden imaginarse casándose con alguien de menos nivel educativo frente a 43% de las mujeres.
Son algunos de los datos que sugiere un estudio realizado hace unos años y que vale la pena rescatar a propósito del eterno debate "nature VS nurture" o si hombres y mujeres son diferentes en lo tocante a los estrategias de emparejamiento.
Diferencias sexuales
Durante casi 70 años, los estudios han demostrado grandes diferencias sexuales en las preferencias de selección de pareja humana. Sin embargo, la mayoría de los estudios se han restringido a un conjunto limitado de criterios de selección de pareja y a estudiantes universitarios.
En este estudio, no obstante, se han analizado a 21.245 participantes heterosexuales entre 18 y 65 años que en ese momento no estaban involucrados en una relación cercana y que calificaron la importancia de 82 criterios de selección de pareja adaptados de estudios anteriores.
En los resultados, para casi todos los criterios de selección de pareja, se halló que las mujeres eran el sexo más exigente a la hora de encontrar pareja, aunque los hombres valoraban más significativamente el atractivo físico de una pareja potencial que las mujeres.
Además, los efectos de la edad y el nivel de educación de los participantes fueron casi insignificantes. Estos resultados demuestran la solidez de las diferencias de sexo en los criterios de selección de pareja, al menos a nivel estadístico.
Las menos educadas y más pobres también se casan más rápido que las de mayor nivel educativo y económico.
Otra cuestión más compleja de discernir es si en esas diferencia subyace la cultura, la biología o, probablemente, una mezcla inextricable de ambas, como parecen sugerir estudios anteriores, como el de David Buss.
Buss preguntó a 10.047 personas de 37 culturas distintas en 6 continentes y 5 islas que van de Alaska al territorio zulú, las mujeres otorgan el doble de valor que los hombres a las buenas perspectivas económicas.
Otra tendencia que se halló de manera universal es que las mujeres prefieren hombres mayores que ellas, y daba especial importancia a la categoría social, la ambición y la diligencia. Por el contrario, los hombres daban una mayor importancia a la juventud y a la apariencia física.
(FUENTE: xatakaciencia.com)
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