Anne Rice: "los vampiros que brillan a la luz del sol dan pena"

Si uno quiere escribir historias de vampiros, hay dos autores a los que jamás podrá sustraerse: uno es Bram Stoker, y la otra es Anne Rice. Si el autor de Drácula no fue el primero en escribir sobre chupasangres, pero sí el primero en obtener un best seller con ellos, la autora de Entrevista con el vampiro consiguió redefinir el libro de estilo de estas sanguijuelas con sus libros, hinchándose de paso a vender ejemplares, y, además, dándose el gusto de ver a Tom Cruise, Brad Pitt y Antonio Banderas poniéndose los colmillos de sus criaturas. Pues bien: tras una accidentada trayectoria vital (se convirtió al integrismo católico en los 90, para después renunciar a él), la autora de 70 años ha abierto la boca para juzgar a sus presuntos herederos... Y el veredicto no es nada favorable. "Lo que veo en Charlaine Harris [autora de True Blood] y en Stephenie Meyer [autora de Crepúsculo] es la domesticación del vampiro", afirma.

Ahora bien: Rice, que considera al vampiro "una figura tan literaria como el cowboy o el detective", se toma mejor a los chupasangres de Nueva Orleans que a sus compañeros del estado de Washington. "[En las historias de True Blood]hay mucha sátira, y muy buena", admite, antes de pasar a las criaturas de Stephenie Meyer: "He visto las dos primeras películas de Crepúsculo, y parte de la tercera en TV", declara. "No me extraña que les encanten a los críos: usan la misma fórmula de romance para mujeres que ya triunfó con Jane Eyre". 

Pero aún hay más: resulta que, en su facebook, la Rice escribió un mensaje afirmando que Louis, Lestat y el resto de sus engendros de la noche "sentirían pena si viesen a otros vampiros brillar a la luz del sol". "[Sus personajes] jamás le harían daño a inmortales que eligen repetir curso en el instituto una y otra vez. Como tampoco le harían daño a los tullidos o a los discapacitados psíquicos". La frase provocó más de 2000 respuestas en su página personal, incluyendo tanto a aquellas que defendían a Rice como las que acusaban a la autora de "sentirse desplazada" y escribir movida por la envidia. 

"Era sólo una broma", comenta, antes de admitir que "los fans de Crepúsculo no se lo tomaron tan bien. Fue muy desagradable, pero son gente muy joven". 

(FUENTE:cinemania.es)