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sábado, 26 de noviembre de 2011

La magia negra cobra fuerza en Pakistán


Cuando el paquistaní Mohamed Sultan llegó con una dolencia estomacal, su padre decidió no consultar a un doctor cualificado, sino someterlo a un tratamiento de magia negra. 

Sultan murió seis meses después de haber enfermado. Primero, un herborista y dos médicos sin licencia fracasaron en sus intentos de curarlo. Así que el padre se convenció de que su hijo sufría las consecuencias de la magia negra, y buscó a alguien que la ejerciera para combatir el hechizo. Pero tras semanas de encantamientos, oraciones y amuletos fallidos, Sultan murió. Tenía 46 años, esposa y cuatro hijos. 

Sin embargo, su muerte sirvió para reforzar la creencia familiar en la brujería. "Sabía que mi hijo estaba bajo un hechizo mágico y quise llevarlo a Peer (un brujo), pero nos retrasamos y ahora está muerto", cuenta su padre, Gul Mohamed, mientras se le escapan las lágrimas. 

La de Sultan no es la única muerte en Pakistán que se atribuye a la magia negra, considerada contraria al islam pero muy extendida en el país. Muchos de los 180 millones de paquistaníes creen en demonios, espíritus malignos y otras supersticiones. 

Los mulás locales, que ejercen una enorme influencia en la gente de a pie, contribuyen a expandir mitos sobre la magia alegando que se menciona en el Corán, el libro sagrado del islam. 

Un pasaje de éste relata una enfermedad sufrida por el profeta Mahoma y atribuida a un hechizo ejercido por sus enemigos. Para combatirlos, Mahoma recita unos versos que funcionan como antídoto. 

Los estudiosos del islam están de acuerdo en que la magia negra aparece en el Corán, pero sostienen que se considera satánica. "No está permitida en el islam, y los musulmanes deberían apartarse estrictamente de tales prácticas contrarias al islam y que no tienen sentido", afirma el mufti Muneebur Rehman. 

Sin embargo, la magia negra cobra fuerza en este país donde decenas de millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza y, a menudo, esperan milagros que mejoren su salud, su prosperidad o sus matrimonios. La mayoría de quienes la practican sostiene que no usan métodos anti islámicos para sus conjuros, sino únicamente prácticas compatibles con el islam. Peer Karam Hussian Shah, que se declara musulmán devoto, cree en estas artes oscuras y afirma tener el poder de curar a las víctimas de la magia negra. 

"También puedo solucionar problemas asociados con demonios, magos y espíritus malignos, pero no uso la magia para hacer daño a los demás", sostiene. En su clínica de Rawalpindi, cerca de Islamabad, Shah afirma que ha sanado a "muchos que sufrían magia negra, que estaban al borde de la muerte y los médicos habían dicho que no sobrevivirían". 

Y es que la creencia en la magia negra se alimenta por sus incontables practicantes, que operan en las grandes ciudades. Algunos se anuncian en los periódicos, prometiendo curar todo tipo de enfermedades, e incluso ofrecen garantías de devolución del dinero. 

Para sus conjuros, los magos utilizan sangre y partes de animales, tierra de los cementerios y a veces incluso huesos humanos. En la ciudad de Karachi, en el sur del país, la policía arrestó recientemente a dos personas por robar huesos de 40 tumbas para vendérselos a los hechiceros. 

Aunque algunos se niegan a contar cómo son sus prácticas, otras son bien conocidas, como un brujo que mandó poner el pelo de una joven y clavos en un recipiente de barro o en estatuas al hombre que esperaba casarse con ella, y luego enterrarlo en un camposanto. 

En el caso de Sultan, el hechicero pidió a la familia que sacrificara una cabra negra, y entonces les dio amuletos para que los pusieran en una jarra de agua. El paciente debía beber de ella tres veces al día durante una semana, después de la cual se proporcionaba un nuevo amuleto para usarlo de igual modo.

Pero la magia no consiguió que el hombre se casara con la mujer que deseaba -el padre de ésta acabó casándola con su primo- ni salvó a Sultan. Sin embargo, para los hechiceros como Shah, son gajes del oficio.

(FUENTE. elcomercio.com)

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