Un vestido negro con la serigrafía impresa de un esqueleto, una vincha con lazo con forma de hueso, banda para la cabeza del hueso, la etiqueta con el nombre en forma de corazón y una cinta métrica alrededor de la ropa. ¿El nombre del disfraz? “Anna Rexia”. ¿Les suena el nombre?
Lo que para algunos ha significado solo un divertido atuendo con miras a las celebraciones en Estados Unidos por Halloween para otros ha representado un verdadero escándalo.
Según informa la CNN, la Asociación Nacional de Desórdenes Alimenticios no ha tardado en emitir su voz de protesta por lo que ha considerado un chiste de mal gusto y una “barbaridad” que los trajes se hayan agotado en algunas tiendas. Lynn Grefe, miembro de la organización, calificó el modelo de “espantoso” y dijo que solo alguien con “una mente enferma” compraría el ejemplar.
“Los trastornos alimenticios tienen la mayor tasa de mortalidad de cualquier enfermedad mental; pensar que alguien que entiende este trastorno va a comprar este traje es una barbaridad”, agregó.
Según cifras de dicha asociación, unos 10 millones de mujeres y un millón de hombres sufren de enfermedades como bulimia y anorexia en los Estados Unidos.
El disfraz no ha sido hecho recientemente. Fue creado en 2007 por Dreamgirl, pero la empresa no continuó produciendo el modelo. Al respecto, Alicia Brockwell, directora de marketing de dicha compañía, reconoció que “entendemos que a algunas personas no les guste el humor negro (…) pero no quisimos herir susceptibilidades”.
Algunas tiendas ya han retirado el vestido; otras, continúan vendiéndolo.
(FUENTE: elcomercio.pe)
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