Una de las imágenes de la final de la Copa del Mundo de Rugby fue sin duda la forma que tuvieron los franceses de afrontar el 'Kapa O Pango' de los 'All Blacks'. La imponente 'haka' neozelandesa tuvo respuesta por parte de los jugadores galos, quienes, encabezados por su capitán y nuevo mejor jugador del año Thierry Dusautoir, se alinearon en forma de flecha agarrándose de las manos y fueron avanzando hasta quedar a pocos metros de sus rivales.
Esa atractiva estampa previa al choque final, ha violado según la IRB un "ritual y el protocolo cultural". Por ello, el máximo organismo del rugby mundial ha decidido multar a la selección de Francia con 2880 euros según confirmó un portavoz de dicha federación al periódico 'New Zealand Herald'. Un código de conducta, dijo, del "que habían sido advertidos los equipos, así como de las sanciones, antes del inicio del torneo". La decisión de la IRB ha cogido a todos desprevenidos, incluso en la sede de la Federación Neozelandesa. Así lo hizo notar el mánager de los 'All Blacks' Darren Shand. "El castigo no era necesario, me parece exagerado".
La escena de la 'haka' y su respuesta recordó a la protagonizada por ambas selecciones en el pasado Mundial de 2007. En aquella ocasión, los franceses, con un Sebastien Chabal siempre intimidante, respondieron a la danza maorí posicionándose a menos de un metro de los 'All Blacks'. Les salió bien la jugada pues acabaron ganando esos cuartos de final por 18-20.
Pero estas réplicas no son cosa exclusiva de los franceses. La primera que se recuerda fue allá por 1989 cuando en Lansdowne Road, Irlanda fue avanzando a medida que los 'All Blacks' realizaban el 'Haka Ka Mate', hasta invadir literalmente la zona en la que ejecutaban la danza. El capitán neozelandés Buck Shelford y el del 'XV del Trébol' Willie Anderson estuvieron tan cerca el uno del otro que llegaron incluso a rozarse. En esa misma década el ala australiano David Campese prefería dar la espalda y no asistir al ritual.
En otro Mundial, esta vez el celebrado en Australia en 2003, Tonga respondió con su propia 'haka', el 'Sipi Tau'. En los cuartos de final de la misma cita, los 'Springboks', se pusieron el puño en el corazón y cantaron el himno nacional sudafricano.
En 2008, Gales también 'osó' desafiar a los del helecho. Tras asistir impasibles al ritual maorí se quedaron plantados sobre el terreno de juego del Millennium Stadium de Cardiff durante unos minutos que se hicieron eternos. Nueva Zelanda respondió permaneciendo también impertérrita y el árbitro tuvo que hablar con ambos capitanes para que tal situación acabase de una vez. Los dragones galeses asestaron el primer golpe cuando los 'All Blacks' fueron los primeros en salir en retirada de dicho duelo. Sin embargo, serían los neozelandeses los que acabarían llevándose la batalla por 9-29.
Quizá, los intrépidos que osan desafiar a los neozelandeses y a sus conjugaras previas piensan como el intelectual francés Bernard-Henri Lévy, quien expuso en un fantástico artículo que la 'haka' "es más una oración anticipada por los vencidos que un canto de victoria".
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