La sonda Kepler de la Nasa descubrió el planeta extrasolar más pequeño localizado hasta ahora. Con un diámetro de 1,4 vez el de la Tierra y rocoso, Kelper-10b es el planeta más terrestre, pero por sus características no puede albergar vida.
Los instrumentos de la sonda Kepler tienen una precisión enorme y pueden medir la minúscula disminución en la luminosidad de una estrella que ocurre cuando pasa por delante un planeta. El tamaño del planeta puede ser calculado por esta reducción periódica de la luminosidad.
La distancia entre el planeta y la estrella se calcula midiendo el tiempo que pasa entre los sucesivos cambios de luminosidad cuando el planeta orbita la estrella. Dado que completa una órbita cada 0,84 días, Kelper-10b se encuentra 20 veces más cerca de su estrella que Mercurio del Sol. Los calores infernales lo ubican lejos de la zona habitable. El planeta tiene una masa 4,6 veces superior a la de la Tierra y una densidad de 8,8 gramos por centímetro cúbico, similar a la una pesa de hierro.
De los 500 planetas hallados a la fecha, Gliese 581g, descubierto en 2010, sería el único habitable. Tiene una masa de entre 3,1 a 4,3 veces la terrestre y un radio de 1,3 a dos veces.
Su masa indica que sería rocoso y por la gravedad de su superficie, tendría una atmósfera un poco más densa que nuestro planeta. La distancia con su sol indica que en su superficie habría agua en estado líquido, principal característica para encontrar vida.
(FUENTE: lavoz.com.ar)
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