Lo que parecería un simple cementerio con poco más de 80 mil muertos, suele ser un lugar lúgubre y siniestro por las noches en Alabama, Estados Unidos.
Espíritus de niños se manifiestan constantemente arrebatándote el aliento, tanto es así, que el ayuntamiento de la localidad ya les ha construido su propio patio de juegos para que pasen “desapercibidos”.
La trágica y desgarradora historia comienza en los años sesenta, cuando en aquel estado se vivían múltiples secuestros a niños que desafortunadamente poco tiempo después, eran encontrados enterrados en un rincón de terreno dentro del panteón.
Por algún motivo a muchos de ellos se les volvió a sepultar en ese mismo predio, ahora de manera formal.
Poco a poco, los visitantes nocturnos y empleados del lugar, empezaron a avistar a estos mismos niños en calidad de espíritus, deambulando entre las tumbas, y recorriendo el lugar donde sus captores habían enterrado sus restos.
Al tiempo que la leyenda de estos seres se esparcía en la localidad, se decidió elaborar y levantar el patio de juegos, para que ellos “jugasen” con libertad.
Pobladores de Huntsville, Alabama, cuentan que efectivamente aquellos niños, utilizan el predio que ahora son juegos, para divertirse por las noches y frías madrugadas, en busca de un descanso eterno.
Los testigos relatan que independientemente corra viento o no, los columpios se mueven de manera sincronizada y autónoma, como si infantes que no podemos ver se estuvieran meciendo, sin embargo la impresión no termina ahí para algunos, pues de pronto se pueden percatar, que la tierra frente a los columpios se levanta, como si alguien hubiera saltado.
Tanto en los columpios, como en otro de los juegos que incluye una resbaladilla, se pueden oír las tétricas risas de los infantes y por si fuera poco, se pueden ver sus cortas siluetas jugando y corriendo. Algunas personas que son más receptivas a presencias sobrehumanas, han sido invitadas a jugar con ellos.
Investigadores paranormales aseguran que los espíritus reaccionan ante intentos de comunicación por parte de las mismas personas que los han avistado.
A pesar que en una ocasión, se trató de quitar el patio de juegos para así poder enterrar nuevos fallecidos, los habitantes de la localidad lo evitaron, salvando así el predio, y además de lograr que se les instalaran nuevos juegos, se puede decir que los niños de Maple Hill están felices jugando, incluso después de la muerte.
(FUENTE: bajio.telediario.mx)
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