Thomas Alva Edison es conocido por haber sido un gran inventor, pero pocos saben que era un reputado espiritista y que una de sus más célebres creaciones, el fonógrafo, fue fruto de sus investigaciones con el objetivo de crear una máquina para hablar con los muertos.
Este es el punto de partida de la exposición “Média Médiums”, organizada por la galería Ygrec de la Escuela Nacional Superior de Artes de París Cergy (ENSAPC), que indaga en la conexión entre las tecnologías de las telecomunicaciones y fenómenos paranormales como la telepatía o el teletransporte.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 31 de mayo, es el fruto de dos años de trabajo coordinados por el estadounidense Jeff Guess, profesor de ENSAPC, y Gwenola Wagon, artista y conferenciante de la Universidad Paris 8, otro de los centros educativos que colabora en el proyecto.
“En el origen de las telecomunicaciones existe siempre un origen o vínculo con fenómenos espirituales. En el siglo XIX, el límite entre las ciencias puras y las psíquicas era más difuso que hoy y a menudo los inventores estaban implicados en ambientes espiritistas”, señala Guess sobre el motor de esta investigación.
“Média Médiums” hace un recorrido mediante las obras de 11 artistas a través de 300 palabras clave relacionadas con la comunicación y lo paranormal, tales como antena, ectoplasma, hipnotismo o televisión.
Guess ha reunido todos esos términos en un mapa virtual visible en un monitor de pantalla plana, donde cada uno está vinculado a una imagen o documento, estableciendo conexiones impensables entre dos mundos en teoría separados.
Una de las creaciones más inquietantes es la instalación “Data Ghosts”, que detecta el envío de información a través de internet y traduce en forma de ondas y de palabras la información oculta que se produce en la transferencia de datos, visible en tres monitores interconectados.
El núcleo de la exposición lo ocupa un dispositivo de escucha colectiva en el cual cinco personas pueden experimentar con los sonidos binaurales, un tipo de ondas sonoras que estimulan el cerebro y pueden alterar el estado de la persona, induciéndole calma, alegría o aumentando su creatividad.
Una de las cosas que refleja “Média Médiums” es cómo los gestos con los que se manejan los dispositivos táctiles, como teléfonos inteligentes o tabletas, están registrados en la oficina de patentes de EEUU y sólo pueden usarlos para fines comerciales las empresas poseedoras de sus derechos.
El artista Julien Prévieux se apropia de dichos movimientos en la obra “What shall we do next?”, materializada en una animación de cuatro minutos en la que muestra una coreografía gestual protagonizada por dos manos anónimas.
El teletransporte es el fenómeno sobre el que se interroga el artista Jean-Louis Boissier en su obra “Crassula ubiquiste”, con una colección de 32 plantas de la misma especie encontrada en lugares tan diversos como Gran Bretaña, Dinamarca, China, EEUU, Francia o Japón.
Reseñable es la obra de Fleury Fontaine “I need a haircut”, donde a través de unas gafas de realidad virtual introduce al visitante en los ordenadores centrales de una base de datos mientras hace sonar fragmentos del “Requiem” de Verdi.
Esa era la música que escuchaba el barbero Gerardo Gentilella, que cortaba el pelo de los agentes de bolsa de Wall Street, que cerró su establecimiento cuando el centro financiero se informatizó y perdió sus clientes, y que aparece al final de la animación.
Todo estas obras están acompañado de las imágenes de Suzanne Treister y Sébastien Rémy, que muestran escenas relacionadas con los citados fenómenos.
Para culminar el proyecto “Média Médiums”, los autores han creado una veintena de libros, consultables en la exposición y que se pueden comprar a través de su página web, que el año que viene dará lugar a una publicación científica en la que se agruparán los resultados de sus indagaciones.
(FUENTE: pulsoslp.com.mx)
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