En una habitación oscura bajo un techo abovedado brilla un paisaje estrellado animado que también es una representación de los mercados bursátiles globales. Las acciones flotan en el cielo nocturno según las tendencias del mercado. Los conglomerados forman constelaciones, las industrias son galaxias - y Lehman Brothers es un agujero negro.
El Black Shoals Stock Market Planetarium es una instalación de arte creada por Lise Autogena y Joshua Portway que ha recorrido las galerías del mundo en los últimos años.
Los artistas se inspiraron en “el mundo oculto de la astrología financiera”, dijo Autogena, en referencia a la práctica de vaticinar los acontecimientos de los mercados mediante el estudio de los movimientos de las estrellas.
A pesar de tener un aire de pseudociencia, la astrología financiera viene ganando popularidad y haciéndose cada vez más compleja. Si bien alguna vez estuvo limitada al calendario y a los fundamentos del horóscopo, que consisten en analizar la fecha de creación de una empresa y luego examinar los mapas celestes, la disciplina ahora imita los métodos matemáticos de las teorías financieras rivales.
El producto de software financiero Market Analyst tiene una herramienta integrada de modelización astro financiera que permite graficar los movimientos celestes a través de los años y correlacionarlos con datos económicos - a años luz de distancia de los antiguos astrónomos que asesoraban a los productores agrícolas sobre los rindes de las cosechas.
“Todo se trata de cálculos”, explicó Christeen Skinner, astróloga financiera en el Reino Unido.
El Black Shoals Planetarium es una aprobación irónica de la fórmula Black-Scholes, uno de los tantos modelos matemáticos que respaldan la idea de que el mercado es absolutamente racional.
Sin embargo, el terreno menos racional de la astrología financiera sigue siendo convincente para algunos inversores.
Los especuladores de divisas consultan en masa a los astrólogos sobre la avalancha de la rupia india, que GaneshaSpeaks.com, la principal firma de consultoría en astro finanzas dijo haber pronosticado.
"La fecha de lanzamiento del nuevo símbolo de la rupia no fue favorable", expresó Dharmesh Joshi en el sitio de la organización, que proporciona asistencia en línea las 24 horas. Los economistas se inclinan más por atribuir la devaluación de la rupia a la incertidumbre sobre si Estados Unidos disminuirá su compra de activos.
Sin embargo, la aceptación de la astrología financiera no se limita a países muy supersticiosos, tales como India. Esta disciplina también ha ganado adeptos en Gran Bretaña y EE.UU.
Ray Merriman, por ejemplo, dijo que su firma de consultoría en astro finanzas MMA Cycles, de Michigan, tiene más de 7.000 abonados.
El Centro de Astrología de Nueva York dirigido por Henry Weingarten, trader de commodities, a veces llega a cobrar u$s 1.000 por consulta, debido a su reputación de predecir con éxito las caídas de los mercados de valores, como la que tuvo lugar en Tokio en 1990.
Grace Morris, otra reconocida astróloga de EE.UU., apareció en la revista Forbes por su récord de superar en repetidas ocasiones el desempeño del mercado.
Sin embargo, Skinner rechaza la idea de que su disciplina pueda generar riqueza a partir de la alquimia. En cambio, insiste en que sus métodos deben ser utilizados únicamente para complementar otras herramientas. "Sería tonto depender exclusivamente de la astrología financiera", señaló Skinner.
La matematización de la astrología financiera puede haber contribuido a mejorar la credibilidad de esta última para algunos inversores, en un momento en el cual las técnicas convencionales han sido manchadas por la crisis financiera global.
Por ejemplo, en su libro "El cisne negro", Nassim Nicholas Taleb sostiene que las técnicas convencionales "para estimar los riesgos totales no tienen más valor predictivo que la astrología".
Esto no hubiese sorprendido al economista John Kenneth Galbraith, por supuesto, quien alguna vez bromeó diciendo que "la única función de los pronósticos económicos es hacer que la astrología parezca una ciencia respetable".
Ese es el pronóstico de un economista que resultó estar en lo cierto.
(FUENTE: cronista.com)
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