En el norte de Cisjordania, los últimos miembros de la antigua comunidad de los samaritanos, arrinconados entre palestinos e israelíes, viven de la práctica milenaria de la videncia y la astrología.
La avenida de la Universidad, en Naplusa, hasta donde llegan numerosos palestinos en busca de una respuesta a sus problemas más insuperables, está adornada con banderolas blancas en las que están escritos los nombres de los sacerdotes samaritanos.
"Heredamos libros de astrología milenarios y los más recientes que utilizamos tienen casi 450 años", indicó el sacerdote Hosni al Samiri, de 67 años, que "aprendió la adivinación y la astrología a los 12 años".
"La videncia está reservada a la clase de los sacerdotes, es decir a un tercio de la confesión samaritana que cuenta unos 750 miembros, la mitad en Naplusa y la otra en Holon en Israel", precisó.
En Naplusa, los samaritanos viven en el monte Gerizim, que consideran sagrado, en casas con hermosas tejas.
"No creemos en la brujería, en la lectura de las líneas de la mano o de restos de café o en el exorcismo. Todo aquello no es más que charlatanería. Practicamos la astrología pidiendo en nombre de la madre, el esposo o la esposa y predecimos la enfermedad, el fracaso en el matrimonio o la pérdida del trabajo", explicó el sacerdote.
"Cada letra del nombre tiene un sentido para nosotros y el antiguo idioma hebraico cuenta 22 letras, cada una de las cuales corresponde a una parte del cuerpo", agregó.
"Los samaritanos poseen libros de astrología que no existen en ninguna otra parte y son capaces de prever el comienzo de cada mes lunar y los eclipses lunares y solares", aseguró.
Según explicó, obtuvieron su ciencia de su antepasado el profeta José, que interpretaba los sueños.
Los samaritanos se consideran como los verdaderos hijos de Israel, salidos de Egipto con Moisés y los depositarios de su tradición.
"La división del pueblo de los hijos de Israel se produjo después de 450 años de vida en la tierra de Canán y de Palestina, cuando el rey Salomón construyó su templo en Jerusalén", relató el sacerdote.
"En ese momento, los judíos creyeron en el templo de Salomón y nosotros, los samaritanos, creemos que el verdadero templo se encuentra en el monte Gerizim".
Pero la mayoría de los libros antiguos fueron vendidos debido a la pobreza y se encuentran ahora en bibliotecas rusas o estadounidenses.
"Los palestinos, en su mayoría aldeanos, los consultan y están convencidos de que la adivinación de los samaritanos es insuperable", afirmó Akil Jalil Johary, que tiene una tienda junto a los puestos de los samaritanos.
"Hay palestinos que viven en Estados Unidos y que vienen a verlos cuando están de paso por el país", agregó.
"La primera consulta para identificar el tipo de problema cuesta 150 shekeles (42,8 dólares) pero la adivinación propiamente dicha puede ir de 500 a 5.000 shekeles (de unos 143 a 1.430 dólares), prosiguió.
Oum Firas, de 28 años, una palestina de Jerusalén, conoció una experiencia amarga el año pasado cuando consultó a los samaritanos.
"Fui al monte Gerizim cuando los desacuerdos con mi marido se agravaron y le di mi nombre, el suyo, los de mis hijos y todas las informaciones que me pedían", relató.
"Estaba desesperada y ansiosa por encontrar una solución, pero aquello no sirvió de nada porque me divorcié y mi marido se casó con una rusa que trabajaba con él. Yo perdí mi oro donde los samaritanos", se lamentó la mujer, que entregó una onza de oro, por un valor de unos 2.800 dólares.
"Era una ignorante y creía que la videncia me devolvería a mi marido", indicó.
"Le decimos a la gente que nos den lo que quieran", precisó el sacerdote Hosni al Samiri.
"Cuando el sacerdote se concentra y vela para resolver el problema, que calcula y analiza y además lee los libros de astrología, lo que puede llevar días, tiene derecho a ser remunerado como por cualquier otro trabajo".
(FUENTE: noticias.terra.com.co)