Existe una leyenda urbana que rodea a la NFL, la cual indica que aquel jugador que salga en la portada del videojuego "Madden", tendrá una temporada para el olvido o, en el peor de los casos, sufrirá una lesión que lo alejará de la acción durante un periodo largo.
De acuerdo con la revista cinepremiere.com, desde que en 1999, John Madden, el popular ex entrenador y ex jugador de futbol americano dejó de ser la imagen de este juego, una extraña maldición empezó a rodear a sus sucesores.
Es decir, el jugador o los jugadores que sean designados para aparecer en la portada del videojuego se ven afectados en sus carreras, informó mexico.ea.com.
De10.mx te muestra la historia de algunas "víctimas", con información de los sitios nintendolovers.com y viciojuegos.com
Garrison Hearst. Fue la portada del "Madden 99". Los responsables del juego pensaron que un jugador de los 49ers de San Francisco era lo mejor para promocionar el juego en Europa.
En el año 98 vivió la mejor campaña de su carrera, batiendo el récord de la franquicia con sus mil 570 yardas de carrera.
Desgraciadamente, Hearst sufrió una lesión terrible en un encuentro de playoffs divisional, y se perdió las dos siguientes temporadas completas.
La lesión en su tobillo fue tan grave que se llegó a pensar en que tendrían que amputarle el pie, y durante mucho tiempo se dudó que pudiera volver a andar. Hearst volvió a la liga en 2001.
Dorsey Levens. Fue el hombre del "Madden 2000", venía de conseguir mil 607 yardas totales y anotar 10 touchdowns.
En el verano de 2000 comenzó a asolarle una plaga de lesiones que hizo que perdiera su puesto en el backfield de los Packers. Nunca más volvió a ser titular de forma consistente en ningún equipo.
Incluso, estuvo a punto de ganar el anillo de campeón con los Eagles, pero perdió en la final. Y es que nadie que haya salido en la portada del videojuego ha llegado a ser campeón posteriormente.
Eddie George. Protagonizó la portada del "Madden 2001"; en ese año fue calificado como la estrella del momento. Eddie venía de obtener mil 509 yardas de carrera y 16 touchdowns.
Sin duda, pagó el precio por ser la imagen del videojuego. Pese a ser muy joven (27 años) nunca más volvió a infundir miedo en las defensas rivales. A partir de entonces, cuando se hacía referencia a su trabajo se utilizaba la frase "Three yards and a cloud of dust" ("Tres yardas y una nube de polvo"), en referencia a su incapacidad para romper carreras.
Daunte Culpepper. Apareció en la portada del 2002; siendo el primer quarterback en salir.
Se había convertido en uno de los rookies más espectaculares de la liga, y con él los Vikings parecía que podrían remontar el vuelo.
Pero una lesión lo apartaría del equipo. Hasta el 2004 no volvió a tener una temporada con buenas estadísticas. Pero la maldición no había dicho la última palabra, y se apareció en forma de rotura de ligamentos de la rodilla.
Desde entonces, Culpepper se ha convertido en el clásico jugador "trotamundos", que en cada temporada busca un banquillo donde acomodarse.
Marshall Faulk. Sería el siguiente en desafiar a la maldición, protagonizando la portada del "Madden 2003". En esta ocasión se fichó al mejor jugador de la liga en ese momento. Faulk estaba en lo más alto, tres campañas seguidas siendo el "Offensive Player of the Year", con 2 mil 248 yardas totales de 1998 a 2001 y mil 490 yardas, en 2002.
Después de aparecer en la portada se acabó su "época dorada", una lesión de tobillo limitó sus capacidades y nunca más lograría una temporada de 1000 yardas.
Michael Vick. Se convirtió en la portada del "Madden 2004" y su caso es de los más claros del poder de la maldición.
Sólo horas después de colocarse el juego en las estanterías norteamericanas, Vick se rompió el tobillo derecho en un partido de pretemporada y sólo pudo volver para los últimos cinco partidos de la liga.
Después, vendrían sus problemas legales, debido a su afición por organizar peleas ilegales de perros; problema que lo llevó a la cárcel. Regresó apenas la temporada pasada a la actividad.
Ray Lewis. Su caso es un poco atípico, pues la maldición no lo afectó en gran medida. El controversial defensivo, después de que apareció, tuvo una temporada sin ninguna intercepción. Se puede decir que es el único que ha padecido la maldición sin lesiones.
Donovan McNabb. Fue el elegido en el "Madden 2006". Sufrió un duro golpe de Chad Lavalais en la jornada uno que le provocó una lesión de hernia junto a otra de ingle y costillas.
Shaun Alexander. Sería el siguiente, con su aparición en la portada del "Madden 2007". Después de llegar al Super Bowl y hacer una gran temporada, de repente se convirtió en un corredor pesado y previsible, que a pesar de continuar en la liga no ha vuelto a recuperar la titularidad en ninguno de los equipos que ha jugado.
Vince Young. Es otro de los claros casos en los que la maldición ha actuado. Venia de asombrar a todos en la Rose Bowl, y en su primera temporada su juego fue espectacular.
Pero, después de ser portada del juego todo ha sido problemas. Primero, cae lesionado, y se disparan los rumores sobre una depresión que le hace pensar en dejar los Titans; segundo, Kerry Collins le ha quita el puesto y los Titans logran, de nuevo, una buena temporada.
Brett Fravre. En 2009, quien fuese el eterno quarterback de Green Bay tomó la decisión de retirarse, convirtiéndose así en el primer jugador que salía en portada, estando fuera de la acción.
Sin embargo, decidió regresar a las canchas, pero ahora para ser el quarterback de los Jets; esa temporada no fue de las mejores.
Troy Polamalu y Larry Fitzgerald. Fueron portada del "Madden 2010". El primero se lesionó gravemente en el primer partido de la temporada y sólo pudo jugar cinco encuentros.
Por lo que respecta al segundo, es uno de los pocos casos en los que alguien ha podido librarse de la maldición; aunque el rendimiento de Fitzgerald bajó notablemente al sumar únicamente mil 92 yardas (300 menos que las dos temporadas anteriores)
¿Mito o coincidencia?,...
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