Si con 'Palmeras en la nieve' la escritora Luz Gabás viajó desde sus valles oscenses a Guinea Ecuatorial, en su nueva novela 'Regreso a tu piel' permanece en los Pirineos pero retrocede al siglo XVI con una "historia de amor inquebrantable" en la que retrata la cruel represión seglar contra la brujería.
Gabás, nacida en Monzón en 1968, compagina la escritura con su labor de alcaldesa de Benasque, un paisaje que se ha convertido en un personaje más de su novela y que, por serle cercano, dota a su obra de una emotividad que de otra forma no tendría, asegura.
De las montañas y valles oscenses partieron los protagonistas de 'Palmeras en la nieve' en su viaje a Guinea Ecuatorial, inspirada en las experiencias de su padre, y ahora este paisaje le permite "meterme en la piel de los personajes" en una historia que nace en la actualidad y da un salto hacia el pasado de más de cuatro siglos.
La historia de 'Regreso a tu piel', editada por Planeta, estaba ya en la mente de Gabás cuando terminó su anterior novela ya que la historia que cuenta le interesó muchísimo cuando supo de ella y quería escribirla.
El origen de la novela está en unos documentos encontrados en 1980 por el párroco de una pequeña localidad oscense de los pirineos entre los que se encontraban un macabro listado de varias mujeres ahorcadas por brujas en 1592.
El estudio de esta documentación y de libros de historia llevó a Gabás a descubrir que la represión más cruel en la persecución por brujería se llevó a cabo por la justicia seglar, mucho tiempo después incluso de que la propia Inquisición rechazara en 1526 la pena de muerte para castigar a las brujas de tal forma que en lugares aislados de las montañas las autoridades locales siguieron tomándose la justicia por su mano.
Pero más que estos terribles hechos, lo que le interesaba es la forma en la que se llegó a eso, explica Gabás que asegura que cuanto más leía sobre esa época de finales del siglo XVI más se le asemejaba a lo que ocurre en la época actual.
"Muchas cosas eran como las de ahora, cuando todo lo que hemos conocido como sólido se desmorona, y entonces surge el miedo y el deseo de vencer a la muerte", dice la autora que describe estas épocas como "de muchas angustias, donde los individuos se sienten perdidos. Y el politiqueo para conseguir algo a costa de lo que sea ya existía hace cuatro siglos".
Por ello, cree que su novela es también una historia "sobre la vida y la muerte, con una historia de amor tremebunda ya que es lo único que puede vencer la incertidumbre".
En la novela, Brianda de Lubich, única heredera del señor más importante del condado de Orrun, ve cómo el mundo a su alrededor se desmorona tras la muerte de su progenitor. En una tierra convulsionada por las guerras, en la que ella y otras veintitrés mujeres serán acusadas de brujería, solo podrá aferrarse a un hombre: aquel a quien juró amar más allá de la muerte.
El desenlace de esta historia de amor llegará siglos después, cuando una joven ingeniera comience a sentir un amor irracional hacia un extranjero llegado a un recóndito lugar de las montañas para reconstruir la mansión familiar.
La autora asegura que no escribe con la intención de que sus obras sean adaptadas al cine pero confiesa que, como integrante de una generación "muy cinematográfica", su forma de ver las escenas está sin duda condicionada por esa estética.
Por eso, está encantada con el proceso de producción de la película basada en 'Palmeras en la nieve', cuyo rodaje comenzará en verano en escenarios de Canarias y Costa Rica. Protagonizada por Mario Casas y con guión de Sergio G. Sánchez, el filme estará dirigido por Fernando González Molina.
(FUENTE: heraldo.es)
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