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martes, 18 de marzo de 2014

Teatro Maipo: El teatro de las almas en pena


La Ciudad de Buenos Aires tiene sus propias leyendas y fantasmas, y el Teatro Maipo, ubicado en Esmeralda 443, en pleno centro porteño, no es la excepción.

Si bien las salas teatrales tienen la capacidad de convertirse en fuentes de energía, el Maipo es uno de esos lugares donde las anomalías tienen una mayor presencia, a punto tal que los sucesos allí registrados son atribuidos a los fantasmas de un operario de la sala y a un actor de reparto, ambos con finales trágicos.

Innumerables historias dan cuenta de la presencia de estos seres que se empeñaron en permanecer en aquel teatro, conocido como la "Catedral de la revista", ya sea agitando los telones, susurrando por los pasillos, o moviendo cosas de lugar, aún después de haber dejado el mundo terrenal.

Los dueños del Maipo no ocultan esta situación sino que, de hecho, la han institucionalizado. En su sitio oficial de Internet hay un texto publicado con la firma del director del teatro, Elio Marchi, donde se cuentan las historias de los fantasmas del lugar, Cáceres y Radizzani.

"No lo digo yo solamente. Lo dice Norma Aleandro. Lo dice (Enrique) Pinti. Norma mantiene conversaciones con los fantasmas. Y Norma no está loca. Les pide por favor que no le corran el maquillaje de lugar o que no les muevan las bambalinas mientras están ensayando porque la distrae. Son cosas que pasan", aseguró Marchi en recientes declaraciones a "Red Teatral".

Según señala el historiador y periodista Carlos Szwarcer en su libro "Teatro Maipo: 100 años de Historia entre Bambalinas", estas apariciones serían "almas en pena" ligadas de manera entrañable al ámbito teatral.

A pesar de mostrarse escéptico, Szwarcer destacó el relato de los testigos que hablan de presencias amigables pero al mismo tiempo inquietantes.

Los fantasmas del Maipo. La historia tuvo su origen en la noche del 6 de septiembre de 1943, durante la representación de la obra "Apaga luz, Mariposa, apaga Luz", protagonizada por Alberto Anchart y Sofía Bozán, cuando el teatro sufrió un segundo incendio que obligó a cerrar sus puertas por más de dos meses.

Mientras todos los presentes corrían hacia la calle, un actor de reparto llamado Ambrosio Radizzani volvió a entrar al teatro, que se encontraba en llamas, porque había olvidado en el camarín el sobre con su sueldo. Radizzani murió quemado y asfixiado por el humo, convirtiéndose en el "fantasma" más antiguo del Maipo.

En 1950, un joven chileno llamado Luis Cáceres, en ese entonces de 25 años, entró a trabajar en el Maipo como asistente de maquinistas. No tenía familia, vivía en un cuarto de pensión en las cercanías del teatro y, con el paso del tiempo, había hecho de la sala su segundo hogar.

A los 60 años y con más de 35 de trabajo en el lugar, un día Cáceres no se sintió bien y tuvo que visitar al médico. Al volver anímicamente consternado, sólo dejó deslizar la inquietud de que "no había tenido buenas noticias".

Durante los siguientes 15 días nadie notó nada especial, hasta que un sábado de 1985 se colgó de una viga en la terraza durante una función de "La mujer del año", protagonizada por Susana Giménez, convirtiéndose en el segundo "fantasma" del teatro.

"Cáceres y Radizzani, convertidos en espíritus burlones, contagiados seguramente por toda la alegría que durante décadas desparramaron sobre estas tablas los mejores cómicos argentinos, y acicateados por la desbordante belleza y picardía que las mujeres-vedettes más alucinantes del mundo exhibieran bajando las famosas escaleras de la revista porteña - Sofía Bozán, Nélida Lobato, Nélida Roca por nombrar sólo algunas- se han dedicado a perturbar en forma terroríficamente amistosa a todos los que transitamos este ámbito que seguramente y de alguna manera, les pertence a ellos más que a nadie", asegura Marchi en su texto publicado en el sitio oficial del Maipo.

Y agrega: "Obvio que hay otros fantasmas que nos visitan a menudo -quién duda que cada tanto Stray, Olmedo, El Dringue, Castrito, Pepe Arias o Marrone quieran darse una vuelta para espiar a ver qué pasa y mandarse alguna de las suyas- pero Cáceres y Radizzani encabezan el cartel y ya son parte del elenco estable".

(FUENTE: gacetamercantil.com)

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