Un empresario chino ha recibido más de 20 pedidos de su “Arca de Noé” para sobrevivir al “fin del mundo” predicho por los mayas para dentro de dos meses, con precios de hasta 5 millones de yuanes (800 mil dólares), informó ayer el portal china.org.
El empresario Yang Zongfu, de 32 años y originario de la ciudad de Yiwu, en la provincia oriental china de Zhejiang, una de las más prósperas de China, defiende que sus tecnológicas “arcas” son capaces de resistir al apocalipsis.
Y añade que, para complacer a todo tipo de comprador, el interior de éstas se diseñará conforme a los requisitos y gustos de los interesados.
Yang anunció también la creación de Atlantis, un arca gigante capaz de resistir al fin del mundo augurado en el calendario maya y que debería ocurrir a fines de diciembre de este año, según informa el portal.
Para los mayas cada ciclo estaba compuesto de 400 años y cada era se componía de 13 ciclos, lo que suma 5 mil 200 años (5 mil 125 según el calendario gregoriano), y de acuerdo con esa cuenta, la era actual concluye el 22 de diciembre de 2012, cuando comenzará una nueva.
A inicios de agosto Yang presentó su Arca de Noé —una esfera con un diámetro de cuatro metros y seis toneladas de peso— tras comprobar que resistía la caída desde una barranca de 50 metros de alto y lograr que aterrizara sin problemas en el agua, a orillas de la montaña, en la citada localidad de Yiwu.
El empresario contó entonces que tardó dos años en construirla con un costo de 1.5 millones de yuanes (240 mil dólares) e indicó que la esfera cuenta con un asiento seguro y sistemas de observación y ventilación con facilidades diseñadas para evitar desastres, radiación y temperaturas altas.
El profesor de la Universidad de Nanchang, en la provincia de Jiangsu, en el sur de China, Liao Qinghua, comentó que el arca de Yang es “básicamente fiable”.
Actualmente, Yang posee 300 patentes nacionales por invenciones y en 2008 fue recibido por el primer ministro chino Wen Jiabao tras inventar un equipo quitanieves.
Profecía inexistente
A pesar del negocio que ha logrado Zongfu con el miedo que genera en la gente el fin del calendario maya, los especialistas en esa cultura han advertido desde hace dos años que el 22 de diciembre no se acabará el mundo, ni ocurrirá una catástrofe; además de que es falso que exista alguna profecía al respecto.
En su calendario, los mayas no describieron una profecía, sino el término de un ciclo y el inicio de otro, como aclaró hace tiempo María del Carmen Valverde, coordinadora del Centro de Estudios Mayas de la UNAM.
Según la especialista de la UNAM, la ceremonia de 2012 es mercadotecnia, pero si los actuales mayas la hacen propia es auténtica, aunque no significa que sea una tradición prehispánica.
Víctor Torres, del Instituto de Astronomía, comentó en mayo de este año que la cosmovisión maya es más fascinante que la idea errónea de un supuesto fin del mundo, basada en profecías inexistentes de la cultura originaria. “Existe cierto racismo en la interpretación del pasado, al solo admirar sus conocimientos, sin considerar el nivel de avance de su civilización”, aseguró.
Además de que la teoría del supuesto fin del mundo predicho por los mayas es absurda, lo valioso de su calendario, resaltó Torres, no es comprender un ciclo que cierra en 2012, sino su búsqueda intelectual para descifrar los misterios del cielo y los planetas.
Buscan homologar adaptadores
Los días en que cada pieza del equipo de comunicaciones de un hogar venía con su propio adaptador especial de corriente podrían estar contados.
La agencia de telecomunicaciones de la ONU anunció el jueves que dio un paso para establecer un estándar universal para los adaptadores de corriente que utilizan las televisiones, módems de internet y teléfonos de línea fija.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones, con sede en Ginebra, informó que un adaptador universal permitirá a los fabricantes vender nuevos productos sin un dispositivo especial para conectarlos. Los consumidores también podrían quedarse con el adaptador viejo cuando cambien de equipo, lo que reduciría la cantidad de desperdicio electrónico en todo el mundo por cientos de miles de toneladas al año.
La UIT informó que el nuevo estándar no será obligatorio, aunque la agencia indicó que la reciente experiencia de crear un estándar en los dispositivos de suministro de corriente para teléfonos móviles mostró que la mayoría de los fabricantes apoyaron la idea.
(FUENTE: milenio.com)
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