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lunes, 17 de diciembre de 2018

El fantasma de la dama gris, ¿el efecto de un infrasonido?


Max Steiner (1888-1971), un discípulo de Gustav Mahler, ha pasado a los anales del séptimo arte con todos los honores por ser el hombre que incorporó el sonido a las películas. Lo hizo con «King Kong» (1933), la primera obra maestra de la música del cine. Gracias a este compositor austriaco los espectadores pudimos empatizar con la bestia.

Posiblemente cuando mencionamos títulos como «Psicosis» o «Tiburón» nuestro cerebro se inunda de acordes, más que de fotogramas. Los diseños minuciosos de las secuencias, los montajes, el juego de luces y los enfoques de los planos no serían nada sin la música.

El espectro audible del ser humano se encuentra entre los 20 Hz y los 20.000 Hz (hertzios). Por debajo se encuentran los infrasonidos, y por encima, los ultrasonidos. Para que nos hagamos una idea, la frecuencia más baja que podemos oír es un LA a 27,5 Hz, muy próximo al límite inferior audible por una persona normal.


El infrasonido puede ser producido por muchos fenómenos diferentes, como pueden ser las tormentas, los fuertes vientos estacionales, los patrones del clima y algunos tipos de terremotos.

Ansiedad y ataques de pánico
Un dato desconocido por el gran público es que las frecuencias sonoras que se encuentran en el espectro de los infrasonidos, a pesar de que no las oímos, nos generan emociones primarias -ansiedad, tristeza y ataques de pánico- y dificultan nuestro trabajo intelectual.

En otras palabras, el cerebro es capaz de percibir ondas que el oído no oye. Esto podría explicar que algunas escenas cinematográficas, aparentemente mudas, nos generan un desasosiego inexplicable.

Una de las frecuencias más estudiadas han sido los 19 Hz, en el límite del rango del oído humano, una frecuencia que nos provoca malestar, mareo, miedo e, incluso, hacernos hiperventilar.

Se encuentra muy próxima a la frecuencia en la cual los globos oculares vibran -18.9 Hz-, un efecto físico que se puede traducir en ilusiones ópticas. Algunos científicos han defendido que, es posible, que esta frecuencia sea la responsable de las “visiones fantasmagóricas” –imágenes inexistentes- que algunas personas creen haber visto.

Vic Tandy (1955-2005), un profesor de la Universidad de Coventry (Reino Unido), descubrió que en el sótano de la Oficina de Información Turística, junto a la Catedral de Coventry y el Castillo de Edimburgo, famoso por las apariciones de una dama gris espectral, hay una onda estacionaria de 19 Hz. Si a la alucinación espectral se añade sensaciones subjetivas de desasosiego y terror, ya tenemos todos los ingredientes de una buena historia de terror.

La frecuencia laxante
Escatológico deriva de la palabra escatología, que en su primera acepción procede del griego “skor”, excremento, y en la segunda del griego “éskhatos”, que significa último. La verdad es que a pesar de que la temática no reviste demasiado glamour tiene su conexión con el mundo de los sonidos.

En la serie «South Park» hay un episodio que aborda la escatología desde el punto de vista de la música, existe una frecuencia que tiene una acción laxante en nuestro organismo de forma instantánea: «92 octavas por debajo del mi bemol más grave».

Este sonido se encuentra en torno a la frecuencia de siete hercios. A esta frecuencia los científicos la han bautizado como frecuencia marrón, una metonimia que guarda correspondencia con la coloración de las heces humanas.

(FUENTE: abc.es)

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