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domingo, 21 de septiembre de 2014

Los libros que escribió un fantasma (dictándolos vía ouija)



Patience Worth fue una prolífica escritora de principios del siglo XX en Estados Unidos. Escribió cuentos, poemas y unas cuantas novelas, con títulos como An Elizebethan Mask, The Sorry Tale o Hope Trueblood. Sus historias y sus poemas se incluyeron en antologías de publicaciones de la época con otras autoras de renombre y Worth fue reseñada en la prensa. Pero ella no pudo disfrutar mucho su fama… porque llevaba varios siglos muerta. Worth era, en realidad, un fantasma. O algo así. Sus obras eran dictadas a Pearl Curran, una ama de casa de Saint Louis que, en 1913, recibió el contacto de un fantasma a través de la güija. 

El fantasma se llamaba Patience Worth, una mujer inglesa que vivió entre 1649 y 1694. “Viví mucho tiempo atrás. Vuelvo otra vez. Patience Worth es mi nombre. Espera, hablaré contigo. Si tu puedes vivir, yo también lo haré. Buenos amigos, seamos felices”, dijo el espíritu. Y luego se puso a dictar su obra.

La fascinante historia de este fantasma la acaba de recuperar The Public Domain Review , que ha rehecho la biografía de Curran y ha analizado la producción de fantasma por encima. Por supuesto, todas estas obras están ya en dominio público, tanto si crees que las escribió Worth como ocurría con los contemporáneos de Pearl Curran como si estás convencido de que su receptora era también la emisora en una especie de escritura del fluir de la conciencia. En Archive.org, se pueden encontrar unas cuantas .

En la época, el espiritismo estaba muy de moda y muchos eran los que creían sinceramente en él. Arthur Conan Doyle era uno de los más fervientes creyentes de que se podía contactar con un más allá en el que obviamente también creía (uno de sus hijos murió en la I Guerra Mundial, así que la fascinación por lo sobrenatural de este hombre de ciencia tenía una explicación). El autor de Sherlock Holmes fue, de hecho, uno de esos convocados en las sesiones de espiritismo habituales en los años 30 y de una sobrevivió una grabación de su supuesta voz de ultratumba. Y aunque Patience Worth era una autora ‘original’, del más allá también llegaron al dictado novelas de escritores más populares, como por ejemplo Mark Twain.

La obra es además, según explica en The Public Domain Review, bastante sorprendente, no solo porque es larga sino porque sigue resultando una lectura interesante y con cierta calidad literaria. ¿Merece la pena por tanto dedicarle un poco de atención a algo escrito por un supuesto fantasma?

(FUENTE: libropatas.com)

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