Origen de los celos
Algunos autores como Shmitt y Buss (2001) en sus controvertidas investigaciones señalan que los celos de pareja se originaron entre nuestros antepasados como estrategia evolutiva para garantizar la supervivencia de la especie. Los hombres querían fidelidad para garantizar que sus genes tuvieran continuidad y por eso controlaban que sus mujeres no fueran fecundadas por otros machos. Y las mujeres querían asegurar la protección de su propia prole por parte del padre, con lo cual, no les convenía que él se distrajera con otras féminas. De ahí el origen evolutivo de los celos y la posesividad. Y lo que aseguran estos autores es que la vivencia de lo sexual y el romanticismo son muy distintos entre hombres y mujeres.
Otras teorías más centradas en la sociedad actual señalan que los celos de pareja surgen de la inseguridad de la persona celosa y su escasa autoestima. En la mayoría de las culturas el amor de pareja exige exclusividad, pero cuando un miembro de la pareja se siente muy inseguro de sí mismo, duda sobre la fidelidad del otro y aparece el temor al abandono, el miedo a la ruptura, del que nace el deseo de control sobre el otro.
Lo cierto es que la mayoría de las personas que aman a alguien han sentido alguna vez el aguijón de los celos. Quién más, quién menos, tiene una cierta inseguridad sobre su propio atractivo, sobre todo si lleva un tiempo con su pareja. Esa inseguridad natural se agrava si para esa persona el mundo de la pareja es lo más importante de la vida; si no se tienen otros intereses u horizontes que reclamen su atención. Entonces todo su mundo se concentra en la relación de pareja, en sus miradas, en sus reacciones, en sus atenciones, y cualquier detalle parece amenazar esa relación.
Consecuencias en la pareja
Cuando los celos se vuelven enfermizos empieza la dinámica del control: se vigila al otro en los más mínimos detalles de la vida cotidiana; se lleva la cuenta de las veces que habla por teléfono y se toma nota cuando se aleja para hacerlo, se mide el tiempo que tarda en sus desplazamientos, se trata de ver sus mensajes de móvil o de Facebook…Y el otro empieza a sentirse vigilado, encerrado, bajo sospecha constante, como en una cárcel invisible.
Las reclamaciones, los reproches, deterioran la relación porque se ha perdido la confianza y se ven amenazas a la fidelidad de la pareja donde quizás no haya motivos para ello. La comunicación se vuelve difícil y los momentos gratos que se compartían se vuelven cada vez más escasos.
En ese momento la persona que -con motivo o sin él- tiene una pareja celosa, empieza a pensar en tirar la toalla y finalizar una relación de pareja que se ha convertido en un infierno. No siempre se tiene éxito en finalizar bien la etapa. La catedrática de psicología María José Díaz-Aguado señalaba en un estudio sobre adolescentes que éstos aprenden de los mayores que los celos son una forma de expresar el amor. Y por lo tanto, gestionan mal los celos y la ruptura. Los celos en la pareja pueden llegar incluso a provocar formas de violencia, sobre todo cuando la persona no se resigna a ser abandonada ni acepta finalizar la relación.
Cómo superar los celos en la pareja
Para la superación de ese sentimiento de celos es muy importante ampliar nuestro repertorio de estrategias emocionales: no sólo estar en un modo binario bien/mal, sino aprender a gestionar los momentos de incertidumbre, mantener la calma cuando nos surgen dudas, establecer un diálogo en el momento adecuado, ampliar el margen de paciencia con el otro y con uno mismo.
Cuando los celos nacen de la natural inseguridad en uno mismo que cualquiera sufre en algún momento, pueden superarse con una maduración individual, incrementando la propia autoestima, cultivando las propias capacidades y fortalezas, desarrollando nuevos intereses y hobbies que nos hagan la vida más interesante y nos abran a otras áreas de desarrollo personal.
Para superar los celos hay que evitar estar totalmente centrados en la relación de pareja. Se debe mirar hacia uno mismo, pero también hacia fuera; cultivar la relación con amigos y amigas que tenemos abandonados, aprender cosas nuevas, participar en iniciativas sociales o creativas y explorar el mundo, que tiene muchos espacios de interés en los que podemos cultivar nuestra personalidad.
También podemos superar los celos aumentando la solidez de la relación de pareja y hablar con franqueza con el otro. En caso de que los celos parezcan incontrolables, tal vez es momento de buscar ayuda profesional para salir de ese círculo vicioso.
Superar los celos en la pareja supone un trabajo cotidiano por ambas partes, pero sobre todo por parte de la persona celosa. Madurar e ir más allá de nuestras inseguridades nos dará más posibilidad de mantener viva la relación amorosa y hacer más gratificante la vida con nuestra pareja.
(FUENTE: zoomnews.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario