Parece que después de protagonizar el gran éxito de su vida, 'Greese', junto a John Travolta, Olivia Newton-John solo sale en los medios de comunicación cuando hay malas noticias de por medio. Y es que todo le pasa a ella: se arruinó, padeció cáncer, su hermana falleció víctima de esta enfermedad, su pareja desapareció y luego se dijo que no estaba muerto, sino que estaba de parranda...
A todo esto, se sumó recientemente el suceso de que un contratista que trabajaba en su casa de Palm Beach (Florida) eligió dicha residencia para suicidarse. El señor en cuestión, Christopher Pariseleti, de 41 años de edad, falleció por un disparo autoinfligido en la residencia de Olivia Newton-John.
Ya fuere porque este hecho le dio mal rollo o por otras causas, la cosa es que Olivia puso la casa en venta. La actriz Rosie O'Donnell estaba interesada en ella y pensaba pagar 5'6 millones de dólares, pero, según parece, al conocer lo que había acaecido allí, decidió echarse para atrás.
Así es que, según el 'Sunday Express', Olivia Newton-John, de 64 años, y su actual esposo, John Easterling, de 61, sin pensárselo dos veces, organizaron hace unos días un exorcismo para expulsar de su hogar al espíritu del buen Chirstopher Pariseleti, que andaba vagando entre el reino de los vivos y de los muertos. El encargado de hacer 'la limpieza' fue un sacerdote católico y tanto la actriz como su marido asistieron a la ceremonia, que consistió en algunas oraciones y agua bendita. Lo normal en estos casos, vamos.
Olivia cree que esta es una buena forma de tranquilar a los posibles compradores confirmando que la residencia no está encantada. Ya veremos si ahora, bien limpita, alguien la compra...
(FUENTE: www.mujerhoy.com)
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