En la parroquia Riochico, lugar donde vivía el adolescente junto a sus padres de crianza, culpan al juego de la ouija de su muerte.
Pedro G., quien crió al menor desde cuando tenía cuatro años, contó que su hijo era un joven tranquilo, amiguero, al que le iba bien en los estudios y que días previos a su muerte no vio signos que pudieran advertir sus intenciones.
Indicó que fue aproximadamente a las 22h00 del miércoles en que una hermana con la que permanecía en la casa notó que él no regresaba y salió a buscarlo, encontrándolo colgando de un metal.
Fueron los policías que llegaron a realizar el levantamiento del cadáver quienes se percataron del tablero que el joven había dibujado sobre unos adoquines y sobre el que se veía una estrella con una vela en el centro. De ahí la deducción que tienen de que se trate de un espíritu diabólico que impulsó a que su hijo se quitara la vida.
El suicidio de Winner ocurrió en los predios del colegio nacional mixto 3 de Mayo, establecimiento donde Pedro es guardián.
La información fue confirmada por él y además por el rector del plantel Rubén Balda Macías, quien dijo que descartan cualquier responsabilidad del colegio, pues el hecho ocurrió fuera del horario de clases y además en un área trasera.
El funcionario dijo que lamentan la muerte del joven, pues era un excelente alumno y persona de buen proceder.
Los restos del adolescente son velados en un aula del colegio y hasta el cierre de esta edición se desconocía su lugar y hora de sepelio.
Con este suman aproximadamente 22 los casos de suicidio que han ocurrido en Manabí en lo que va del año. En comparación con el año anterior en que ocurrieron 50 hechos en todo el año, la cifra aumenta.
(FUENTE: eldiario.com.ec)
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