En el sur de Siberia, en la estación de esquí de Shereguesh será creada una aldea dedicada al hombre de las nieves, conocido también con el nombre de Yeti
En el territorio de un centro hotelero se planea inaugurar el Parque Yeti, e incluso una residencia de este “humanoide del pasado”.
Hace más de medio siglo que no cesan las discusiones sobre la existencia de este ser conocido, además, como Pie Grande, hombre de las nieves o del bosque. Unos consideran que su existencia responde a invenciones anticientíficas, otros aseveran lo contrario. Pero, en la Suiza siberiana, como es denominada Górnaya Shoria, montañas situadas en la provincia rusa de Kémerovo, la existencia del hombre de las nieves es oficialmente reconocida, y quien desee podrá incluso, próximamente, conocerlo personalmente. Hace ya tres años que es celebrado en la región el Día del Yeti. En la fiesta es posible participar en la ceremonia oficial de las bodas de Yeti. Y ahora, en la temporada de esquí de Shereguesh será creada la residencia del hombre de las nieves, en la que va a vivir. La vivienda será construída en una aldea, dedicada íntegramente a su persona, explicaba Ígor Idimeshev, subtitular de la localidad de Shereguesh:
—En una zona determinada organizaremos el Parque del Yeti, donde será posible contactar al hombre de las nieves. Allí será creado también un museo, en el que se exhibirán objetos naturales vinculados a este ser, como los árboles que los yetis trenzan en arcos y muchos otros. En la creación de este museo trabajarán científicos. Además, convocaremos conferencias científicas dedicadas al Pie Grande.
Górnaya Shoria es una región montañosa situada en la parte meridional de la provincia de Kémerovo, en el empalme de Altai y Sayan. Este es un centro de esquí de los más populares en Siberia. La leyenda sobre los yetis, que según afirman testigos, suele aparecer en esos lugares, indujo a las autoridades locales a convertir el hombre de las nieves en un símbolo de ese conjunto turístico natural. Igor Idimishev, departió con La Voz de Rusia, sin pestañear, las impresiones de sus encuentros con el hombre de las nieves:
—Lo he visto unas cuantas veces y, pienso que es más terrenal que un ser de ultramundo. El yeti puede desaparecer inesperadamente para materializarse también, súbitamente. Lo sorprendente es que, el hombre de las nieves puede caminar por el agua y, resplandecer de noche.
En Górnaya Shoria se planea construir también un centro infantil de diversiones. A fin de llegar hasta la residencia para ver el Yeti, los niños tendrán que recorrer el “sendero del Shaman”, visitar un iglú de varios pisos, donde se encontrarán con personajes fabulosos. Además, podrán medir sus fuerzas y capacidades en distintos talleres de creación popular.
En los últimos años, han acudido investigadores y periodistas, como en peregrinación, para investigar esos lugares. El gobernador de la región, Aman Tuleiev, prometió, incluso, la recompensa de un millón de rublos a quien encuentre y le traiga un yeti, “para platicar, dijo el gobernador, y servirnos un tecito”.
Pero los antropólogos aseveran que es mínima la probabilidad de la existencia del hombre de las nieves. Sin embargo, según fuentes del espeleólogo ruso Anatoli Fokin, desde fines del siglo XIX que vienen registrándose, regularmente, encuentros de personas con el gigante de los bosques. En la espesura de la taiga, cazadores del lugar han visto ciertos humanoides, cubiertos de pelo, de una altura de un metro y medio a dos metros. Y aunque hasta ahora nadie ha logrado darle caza, las autoridades no han caído en el desaliento, pues son innumerables los testimonios de encuentros con esos seres velludos. De creer en ellos, en la taiga viviría una familia numerosa compuesta, por lo menos, de unos treinta yetis, Hay que agregar que científicos descubrieron, en cueva Azarskaya del lugar, pruebas materiales de la existencia del hombre de las nieves. Anatoli Fokin lo explicaba así a nuestra emisora:
—En esa caverna encontramos marcas de huellas y muestras del pelo del hombre de las nieves. Esa es una caverna inaccesible. Hasta allá es prácticamente imposible llegar, y si esas huellas hubiesen sido estampadas por personas se habría notado de inmediato. Nuestra expedición encontró en esa gruta toda una cadena de huellas excepcionales, típicas de los yetis. Los moldes de ellas y mechones de pelo los enviamos a un laboratorio para ser investigados.
A propósito, en otoño de 2011, Kémerovo fue incluso sede de una conferencia internacional en la que participaron investigadores del fenómeno de los yetis, científicos de EEUU, Canadá, Mongolia, de Suecia, Estonia y de China. Sus participantes llegaron a la conclusión que, los artefactos reunidos revelan, en un 95 %, que el hombre de las nieves tiene su morada en el macizo montañoso de Shereguesh. No está descartado que, en el futuro, en la provincia de Kémerovo sea incluso creado un instituto para el estudio del misterioso homínido.
(FUENTE: spanish.ruvr.ru)
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