Un pastor evangélico llegó hasta su casa, ubicada en la zona de San Luis, en Bagua Grande, para exorcizarlo con agua bendita y entregarlo a sus padres.
El muchacho permanecía tranquilo, pero tras algunos minutos de ser examinado por el religioso empezó a vociferar y a moverse violentamente.
Según reportó América Noticias, un pastor evangélico llegó hasta su casa, ubicada en la zona de San Luis, en Bagua Grande, para exorcizarlo y entregarlo a sus padres.
El pastor le roció agua bendita y leyó la biblia posando esta sobre su cabeza, con lo que logró que se quede dormido en el suelo.
(FUENTE: peru.com)
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