La caza de vida inteligente extraterrestre ha vivido su época dorada estas últimas cinco décadas. Sin embargo, hoy enfrenta un momento de estancamiento, tal y como se puede apreciar en una de sus instalaciones insignia.
"Nunca ha sido tan malo", cuenta Seth Shostak, principal astrónomo del instituto Seti, ubicado en Mountain View, en California, Estados Unidos, quien tratando de abrir la puerta de un edificio anexo a la matriz de telescopios Allen (ATA) comprueba que, como muchos otros, está cerrado.
"Siempre ha habido al menos una o dos personas aquí para dejarte entrar".
Falta de recursos
El grupo de 42 antenas está, tal y como indica un cartel colgado ahí cerca, "en proceso de volver a estar operativo". El pasado mes de abril, no había suficiente dinero en el Seti para pagar al personal y las instalaciones tuvieron que cerrar.
Una fundación recolectó dinero de entusiastas del Seti, desde el exastronauta Bill Anders, al autor de ciencia ficción Larry Niven e incluso a la actriz de Hollywood Jodie Foster. Pero este dinero sólo es suficiente para funcionar unos meses más.
"Desde 1993, el Seti ha tenido que funcionar con dinero privado, aportado por gente que piensa que es una actividad interesante", explica Seth.
"Todavía confío en que hallaremos el dinero para funcionar permanentemente. Después de todo, no vas a encontrar extraterrestres hasta tener un telescopio operativo".
Proyecto a largo plazo
Pero incluso si el telescopio estuviera operativo. ¿Estos esfuerzos lograrían encontrar un extraterrestre?
Pregunta a Seth o sus colegas y conseguirás la misma respuesta: es un proyecto a largo plazo. Puede llevar años, o décadas, o siglos el lograr detectar una señal.
Los seres humanos desarrollaron la radio hace un siglo y empezaron a rastrear el cosmos en busca de señales hace 50 años. Este tiempo es ínfimo teniendo en cuenta los 13.000 millones de años de vida del universo.
No obstante, estamos más cerca, al menos filosóficamente, de lo que lo estábamos a la hora de responder esa eterna pregunta. ¿Estamos solos?
Historia de la caza extraterrestre
Hace medio siglo, todo lo que teníamos era la ecuación de Drake, una cadena de factores que derivaban en una especie de estimación acerca de cuántos extraterrestres deben estar ahí fuera, llamándonos.
Muchos de estos factores eran simples adivinanzas a principios de la década de los 60, e incluían por ejemplo el ritmo de formación de estrellas en la galaxia, cuántas estrellas tienen planetas orbitando a su alrededor y cuántos de estos planetas podrían albergar vida.
Hoy en día, algunos de estos factores se cuantifican gracias a los resultados del telescopio espacial Kepler, que se dedica a descubrir planetas lejanos, algunos potencialmente capaces de albergar vida.
Las mejoras en el campo de la electrónica permiten hoy llevar a cabo cribas automáticas de las millones de estaciones existentes en el mundo, en lugar de a través de discos individuales tratando de captar señales de radio, como sucedía antaño.
Sin embargo, la situación económica que enfrenta el mundo está afectando negativamente este tipo de instalaciones.
Mejores equipos pero menos dinero
"Hay muy pocos rastreos llevándose a cabo en el mundo, a pesar del hecho de que hoy en día disponemos de mejores equipos que nunca antes", dijo a la BBC Frank Drake, el creador de la ecuación anteriormente mencionada.
Sin embargo, el Seti tiene sus propios recursos y, como en otras áreas de la ciencia, requieren computadoras muy potentes. Existe un proyecto llamado salvador de pantalla Seti@hotme, que envía señales del telescopio de radio de Arecibo (Costa Rica) a millones de voluntarios en el mundo para que las analicen.
"Todos reciben una sección diferente del escaneo del cielo y aparece como cualquier otro salvador de pantallas cuando te vas a buscar un café", dice Dan Werthimer, director del programa Seti en la Universidad de Berkeley en California y pionero del Seti@home.
"Repasa los datos captados por el Arecibo en busca de posibles señales de radio. Cualquier señal fuerte se envía al servidor de Berkeley. Tu nombre está vinculado a los datos enviados, así que si tienes la suerte de encontrar señales extraterrestres ganas el premio Nobel".
Otros elementos están cambiando el modo en que los científicos tratan de cazar extraterrestres.
Rastreando lásers
Los sistemas de radio son una buena forma de detectar señales circulando por el universo. Sin embargo, otro recurso es el láser, que puede concentrar mucha información en un rayo emitido como si fuera desde un faro.
Se denomina Seti óptico, es un tipo de búsqueda que utiliza telescopios ópticos para detectar emisiones láser en el cosmos, y es uno de los ocho recursos diferentes que utiliza el Seti.
"Creemos que la mejor estrategia es una variedad de estrategias", dice Dan. "Es realmente difícil adivinar lo que debe hacer una civilización avanzada".
Inteligencia artifical
De vuelta en ATA, conocemos a un técnico que vive cerca y que nos da las llaves para que podamos entrar en la sala de control.
La opinión de Seth es que deberíamos estar buscando tanto señales de inteligencia artificial como extraterrestres biológicos.
Los robots que utilizamos hoy, por ejemplo, para aspirar el suelo, son tan sólo un preámbulo de lo que serán los robots inteligentes que se desarrollarán en un futuro cercano, afirma.
Si alguna civilización avanzada consigue desarrollarlos, estas máquinas podrían estar rastreando el universo mucho después de que sus creadores hayan desaparecido.
Pero los científicos proponen cosas mucho más originales.
Biotecnologia
Paul Davies, del Centro Beyond de Arizona sugiere buscar señales de tecnología extraterrestre en lugar de extraterrestres en sí. Por ejemplo, elementos como residuos de su tecnología nuclear.
"Una de las cosas que más me intrigan es la posibilidad de que los extraterrestres hayan desarrollado algún tipo de biotecnología. Si vinieron a la Tierra e hicieron ensayos con microorganismos, o incluso si fabricaron los suyos propios, los productos resultantes todavía podrían encontrarse por aquí".
En otras palabras, si los extraterrestres vinieron a nuestro planeta antes de que nosotros existiéramos, podrían haber dejado huella en el ADN de microbios que habrían replicado su mensaje durante millones de años.
El profesor Davies reconoce que, en la medida que nos es posible secuenciar el ADN de cualquier tipo de forma de vida, tenemos que estar atentos a este tipo de "mensajes dentro de una botella".
La eterna pregunta
Pero al igual que la matriz de telescopios Allen, este tipo de tecnología requiere dinero.
En el instituto Seti consideran que los US$2 millones al año que se destinan a los esfuerzos del Seti son tan sólo una migaja comparado con lo que se invierte en gastos militares.
Jill, miembro del equipo del Seti, afirma que invierte gran parte de su tiempo tratando de recaudar fondos para continuar en un futuro, no sólo dinero para mantener los telescopios en funcionamiento, sino para pagar a toda una nueva generación de científicos del Seti.
No obstante, lo que está claro es que los esfuerzos del Seti van mucho más allá que la política y los asuntos de dinero que normalmente los convierte en centro de atención mediática.
"Evaluar nuestro lugar en el cosmos es algo importante para los seres humanos, conocer de dónde venimos y a dónde vamos. Creo que es parte de la esencia del Seti", cuenta.
"La pregunta sobre si estamos solos no ha perdido su impacto y es un motivo importante, incluso si ha sido repetida durante milenios".
(FUENTE: bbc.co.uk)
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