La creencia que contagia a multitudes se vive en Juliaca. El 1 de agosto, cada piedra plana de los rios de este lugar son riqueza, refiere el historiador Hugo Didi Apaza.
Desde la madrugada de ayer, centenares de pobladores de Juliaca (Puno) abandonaron sus viviendas para dirigirse hacia los ríos de este distrito: Unocolla, Maravillas y Cacachi, en busca de fortuna.
Según creencias de los antepasados juliaqueños, las piedras planas que cada 1 de agosto -de cada año- que se recojan en el río simbolizan dinero; por eso, la gente intenta encontrar la mayor cantidad de piedritas planas en las riberas de los referidos ríos.
Para cumplir con este rito, los pobladores de Juliaca acudieron a los mercados para abastecerse de amuletos, carbón, incienso, dulces, palo santo, fragancias, mixtura amarilla, vino, cerveza, picos, lampas y otra herramienta conocida como los siete poderes, que serán utilizadas tras la extracción de las piedras.
La búsqueda
Esta jornada ritual comienza, como todos los años, la noche del 31 de julio. El río más concurrido es el Unocolla, que se ubica a unos 3 kilómetros de la ciudad de Juliaca, en la vía hacia la provincia de Lampa.
Las bajas temperaturas no son un impedimento para que los creyentes, que buscan más dinero, empiecen la caminata con gruesos abrigos; mientras tanto, algunas personas utilizan camionetas rurales, cuyo precio del pasaje es de un sol.
Una vez llegado a los ríos inician la búsqueda y extracción de las piedras planas que les devolverá la esperanza de conseguir, en un futuro, dinero en abundancia.
Algunos comuneros tienen más valentía y esperan hasta que amanezca para ingresar a las aguas del río Unocolla y obtener más piedrecillas. Otros son más audaces y marcan su territorio para seguir escarbando sin que nadie invada su demarcación.
La Ch"alla
El ritual de la ch"alla se realiza en las orillas de los ríos con la presencia de un chamán o pacco, quienes bendicen “la plata” con sahumerio, vino, y cerveza negra.
Hay creyentes que prefieren hacer la Ch"alla en sus viviendas, luego de contar las piedrecillas extraídas, a las que le dan un valor. Para ello se requiere los productos adquiridos durante la víspera.
Los comerciantes
Durante el camino hacia las riveras de los ríos, se observa comerciantes que aprovechan la ocasión para vender las piedrecillas que fueron extraídas antes del 31 de julio. El precio varía de acuerdo a la cantidad y tamaño de las piedrecillas: Las piedras planas y grandes son euros; las medianas, dólares; las más pequeñas, soles.
“En Juliaca hasta las piedras se venden” sostiene el historiador Hugo Didi Apaza, quien asegura que “cada piedrita simboliza riqueza”.
Ubicación
Juliaca se ubica sobre los 3.825 metros sobre el nivel del mar, en la región Puno. Para llegar a este lugar puede tomar cinco horas desde Arequipa y seis horas desde Cusco.
(FUENTE: rpp.com.pe)
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