Así reseñó la agencia de noticias EFE la producción nacional "El último guerrero chanka":
Artes marciales, efectos especiales, brujos que regresan de la muerte y un acercamiento a una antigua cultura andina: esa es la explosiva mezcla que promete la película "El último guerrero Chanka", que hoy llega a las salas peruanas.
Además de este peculiar cóctel de temas, la ópera prima de Víctor Zarabia es una reivindicación, a través del género de aventuras, del conocido como cine regional peruano, un cine creado con pocos medios pero mucho entusiasmo en el interior del país y al margen del ya de por sí pequeño mundo cinematográfico de Lima.
Este cine "de provincias" mantiene un circuito de exhibición en el interior del país desde hace años, con películas que llegan incluso a exhibirse en Bolivia pero rara vez en Lima; sin embargo, la novedad que aporta Zarabia es una vocación que bebe del gran cine de aventuras norteamericano y de los clásicos asiáticos de artes marciales.
"Si queríamos trascender y tener acogida entre el público acostumbrado a las películas de Hollywood, con acción y efectos, teníamos que coger algo de nuestra cultura, nuestro quechua, y combinarlos con artes marciales y efectos especiales", explicó a Efe Zarabia.
El joven director, natural de Andahuaylas, localidad de la sierra sur de Perú donde se rodó la cinta, opinó que el cine peruano no puede hacerse solo para festivales, en referencia a un tipo de cinta que triunfa en muestras internacionales pero que poca gente ve en su propio país.
Sin embargo, esa repercusión internacional es lo que permite las coproducciones y subvenciones que financian buena parte del cine nacional, unas ayudas a las que Zanabria no pudo acceder y que obligaron a que él y su equipo fuera la única fuente de financiación de la cinta.
"Nadie nos apoyó económicamente, el presupuesto salió de nuestros bolsillos de años de trabajo", señaló el director, tras recordar los ocho meses de grabación y las muchas dificultades de un rodaje que tenía que adaptarse a las horas libres de los actores y el equipo.
La historia de la cinta también muestra un gran interés por reivindicar el pasado de su tierra, entrelazando dos líneas temporales: la guerra de los Chankas contra un malvado brujo hace 500 años, y el empeño de un joven por acabar con el mismo brujo en la actualidad.
El rodaje llevó a Zanabria y su equipo por diversos paisajes naturales cercanos a Andahuaylas, desde profundas cuevas a bosques que son escenarios de escenas de combate protagonizadas por el propio director, quien tuvo que actuar a falta de encontrar al intérprete adecuado.
"Yo no pensaba actuar, buscaba a personas que pudieran interpretar el papel pero debían tener dominios de las artes marciales, y al final yo tuve que dirigir, armar el guión y actuar. Pensé que si Bruce Lee dirigía y actuaba, por qué yo no podía hacerlo", recordó Zarabia.
Por el momento, "El último guerrero Chanka" se proyectará en seis salas de Lima, para luego pasar al circuito de cines del interior del país, con el objetivo de recuperar la inversión, cercana a los 30.000 dólares.
Mientras tanto, Zarabia ya trabaja en su próximo proyecto: una historia aún más épica y en la que narrará la histórica guerra entre los chankas y los incas.
(FUENTE: EFE)
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