La vidente Isabel Cristina Ávila visitó Constitución y dice que es el lugar más difícil donde le ha tocado realizar su trabajo. Cuenta que los rastreos son siempre extensos e hizo un llamado a no terminar con las labores en la zona.
Como la “embajadora de los desaparecidos” dice sentirse Ávila, más conocida como la “psíquica de Chimbarongo”. Hace unos días se trasladó a la zona de Constitución para colaborar con la búsqueda de personas perdidas tras el tsunami del 27 de febrero y tras la experiencia asegura que –pese al tiempo transcurrido- aún es posible recuperar cuerpos.
Luego de la tragedia y el incansable rastreo de personas, y que aún continúa, algunos familiares de personas desaparecidas se contactaron con ella. Ávila también recibió el llamado del alcalde Constitución, Hugo Tillería y finalmente, ella decidió contactarse por su cuenta con Carabineros para arribar a la zona de la catástrofe.
En el lugar pudo percatarse de los alcances del maremoto y de inmediato se puso a trabajar. El Ejército le facilitó un helicóptero y desde el aire, la vidente marcó los puntos donde percibía podrían encontrarse cadáveres.
“Sobrevolé el área con el Ejército y marqué 15 puntos de referencia y se están rastreando, los buzos del Grupo de Rescate de Mehuín continúan desarrollando afanosamente las labores de búsqueda”, explicó la vidente.
Pese a que Ávila hubiese querido mantenerse en la zona, tuvo que volver a su casa para ayudar en otros casos. No obstante, hace un llamado a seguir con los rastreos ya que asegura que es posible encontrar cadáveres arrastrados por el mar.
“Percibo que es posible rescatar cuerpos. Las búsquedas siempre son extensas y sobre todo en un lugar como ése, donde está todo destruido”, expresó Ávila, añadiendo que para ella fue “una experiencia muy dolorosa, encontré mucha desolación, mucho abandono y lo único que pido es que no dejen de rastrear”, enfatizó.
La psíquica de Chimbarongo quedó impactada con lo que vio y con la fortaleza de los familiares de los desaparecidos quienes, a pesar de no tener dónde dormir, siguen buscando a los suyos.
Ávila asegura que la zona de la catástrofe es el lugar más difícil donde ha trabajado (antes ha colaborado para determinar el paradero del joven Juan Pablo Mitjans; los desaparecidos tras el aluvión de Farellones ocurrido en julio pasado y en la tragedia militar de Antuco, entre otros), sin embargo, se siente satisfacción por el apoyo que ha recibido en su labor y porque se siente como una “embajadora de los extraviados”.
(FUENTE: Terra Chile)
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