Astrónomos descubrieron rastros de numerosas moléculas orgánicas, precursoras de la vida, en una nebulosa de la constelación del Orión, a 1.300 años luz de la Tierra, consta en una nota publicada en la web de la Agencia Espacial Europea (ESA, por su sigla en inglés).
El descubrimiento fue realizado con la ayuda de un espectrómetro de alta resolución a bordo del observatorio espacial europeo Herschel. Resultó que en la nebulosa M42, conocida también como NGG 1976, hay rastros de muchas moléculas orgánicas, en particular, agua, metanol, cianuro de hidrógeno, dióxido de azufre, éter dimetílico, formaldehido, ácido sulfhídrico y monóxido de carbono.
Son los primeros datos sobre la composición químicas de un área que está en proceso de activa formación de astros y planetas. Se supone que los investigadores obtendrán en el futuro huellas de otras sustancias orgánicas en la misma nebulosa.
El observatorio Herschel, operativo desde mayo pasado, es el mayor y el más poderoso telescopio infrarrojo enviado a la órbita hasta la fecha. Su espejo tiene 3,5 metros de diámetro, lo que permite medir la radiación de ondas largas proveniente de los objetos más fríos y más remotos del Universo.
(FUENTE: sp.rian.ru)
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