Hace poco tiempo, cinéfilos divulgaron rumores acerca de una película de terror que despliega su trama por medio de la aplicación de videollamadas Zoom Video. Los comentarios advirtieron que la cinta era sumamente aterradora, por lo que me di a la tarea de buscarla y comprobar los chismes de redes sociales.
Me refiero a Host, la segunda película de Rob Savage. Este cineasta británico es conocido por su larga carrera de cortometrajes. El más famoso de ellos es Dawn of the Deaf (2016), un corto apocalíptico filmado en Londres que ahonda en un frenesí zombie.
Host surge de una broma de Savage durante una reunión virtual. El director de cine explicó que había escuchado sonidos en su ático, por lo que durante la videollamada decidió explorar su hogar asustando a sus amigos. El video de la reunión se volvió viral en redes sociales y Rob Savage determinó dirigir una película basada en este experimento.
Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, y sus respectivas restricciones como el confinamiento, Rob Savage dirigió a los actores de forma remota y los capacitó para montar efectos especiales desde sus hogares. Al cabo de doce semanas, y con mucho trabajo de edición, la cinta fue terminada y entregada a la plataforma streaming Shudder para su distribución.
¿DE QUÉ VA?:
Durante la cuarentena por COVID-19, un grupo de amigos se reúne por medio de Zoom para realizar una sesión espiritista. Todo se sale de control cuando cada uno de ellos comienza a experimentar sucesos paranormales desde sus hogares.
LO BUENO: SU PRACTICIDAD
De la manera en que El proyecto de la bruja de Blair (1999, Eduardo Sánchez, Daniel Myrick) innovó al aprovechar la incipiente técnica del metraje encontrado, Host hace lo propio con la aplicación más utilizada durante el confinamiento: Zoom.
Sin embargo, antes hay que aclarar que este concepto de explorar el terror y la paranoia en las tecnologías ya había sido tratado en largometrajes como Unfriended (2015, Levan Gabriadze), la maravillosa Searching (2018, Aneesh Chaganty) y la paródica Hora de tu muerte (2019, Justin Dec).
Al igual que en Unfriended, Host transcurre en todo momento durante una reunión virtual. Es decir, no existen planos ni secuencias cinematográficas sino que el trabajo de cámara está enfocado en las cámaras personales de los participantes. En este caso de la aplicación Zoom.
Lo anterior da como resultado un filme práctico en el que la ejecución de la sensación de primera persona es muy ágil. A través de las cámaras personales de los actores y actrices se evoca la impresión de estar en primer plano dentro de la película.
Ello, al igual que en el metraje encontrado, le otorga al espectador un rol más participativo dentro de la cinta. Aún más cuando la temporalidad de Host se ubica en el confinamiento por la pandemia de coronavirus.
Aunque se piense que dicho tema podría ser mencionado como mero pretexto, la realidad es que la pandemia es más bien el marco de la trama de terror. Así, ciertos hábitos como el cubrebocas y acciones puntuales como estornudar no pasan desapercibidas y nos contextualizan de una buena manera.
Sumado a esto, Rob Savage explota las herramientas que componen a aplicaciones como Zoom y las controla bajo las técnicas ya aplicadas en el género del metraje encontrado.
Por ejemplo, los famosos screamers que han sido denostados por varios espectadores. También el movimiento de cámara en primera persona que busca imprimir una experiencia aterradora en el público.
Por último, otra de las bondades de Host es el guion escrito por el propio Savage junto con Gemma Hurley y Jed Shepherd. Simple y directo, la historia es austera y sin profundidad lo que va de acuerdo a este género de películas.
LO MALO: PREDECIBLE
A pesar de los muchos rumores, Host no es tan terrorífica como se le pinta. Tampoco deja traumado a quien la mira y, podría apostarlo, será olvidada dejándola fuera, incluso, del catálogo de películas de terror de culto.
Con apenas 54 minutos de duración, uno esperaría que la película luciera una narrativa veloz y sin demoras que siembren desintéres en los espectadores. Pero esto no sucede. El filme se toma un buen tiempo para presentarnos la relación y el contexto de los personajes.
Es hasta un poco más de la mitad del largometraje cuando la tensión comienza a surtir efecto. Es hasta ese momento cuando entendemos el conflicto propuesto por la historia, lo que nos habla de un guion, también, con deficiencias y muchos detalles de sobra.
No obstante, es en su trama predecible donde Host patina, tropieza y cae estrepitosamente. Ya que la clásica sesión espiritista que se sale de control ha sido explotada hasta el cansancio en el género del terror y recientemente en el metraje encontrado.
Aún más predecible es la sesión espiritista en la que los participantes son jóvenes que no creen en fantasmas y encima se burlan con acciones infantiles. Hay que decir que eso llega a ser desesperante y como en las películas slasher sólo provoca que como público odiemos a los protagonistas.
Afortunadamente, y paradójicamente, el filme es muy corto en su duración porque de lo contrario podría resultar que por sus fallas predecibles se convierta en una mala experiencia para quienes son aficionados al cine de terror.
De esta manera, por su estructura Host tiene una trama terrorífica gradual que se desinfla con cada minuto que avanza. Algo similar a las últimas entregas de Actividad Paranormal en las que la acumulación de sustos pierde su efecto e interés.
Además, es muy evidente que los efectos especiales no tienen gran impacto y son demasiado genéricos. Pese a que esto no sea un requisito en las películas de terror de serie B, aquí pierden su esencia al carecer de ingenio y creatividad.
Mientras que las actuaciones no son nada fuera de lo común porque los personajes no exigen un rango alto de actuación, lo que resulta que ese rubro quede parcialmente relegado a un segundo plano.
Finalmente, Host es una buena propuesta con el formato de Zoom en tiempos de coronavirus; pero, se queda por debajo de la media al tener únicamente valor por su iniciativa y perder muchos puntos por su historia.
*Recomendación: 3 estrellas de 5. Puedes verla por pura curiosidad; pero, no es una buena película de terror.
*Plataforma: Shudder
(FUENTE: reporteindigo.com)
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