Una mujer quedó enmudecida de miedo luego de que una señora “de campera negra y pollera”, que había visto a la vera de un camino, desapareciera en forma súbita cuando se acercó con su auto. Al dar a conocer el hecho en su pueblo, General Campos, Entre Ríos, se enteró que en ese lugar se suicidó una chica en 1974 y que varios vecinos la vieron en diferentes oportunidades. Escuchá el estremecedor relato.
La bibliotecaria de una escuela rural de la localidad entrerriana de General Campos se convirtió en protagonista de una auténtica película de terror cuando manejaba por la ruta de acceso a su pueblo, al toparse con el espíritu de una joven que se quitó la vida hace 45 años. “No era una mujer humana, porque ahí no hay ningún lugar donde puedas esconderte. Supongo que fue el alma de esta chica y creo que está en su purgatorio, que le falta un poco de luz para llegar hasta Dios”, contó la señora, que a raíz de esta aparición consultó con todos los vecinos y hasta recibió la opinión de un sacerdote para tratar de explicar el increíble suceso.
María Graciela Willatt relató a Crónica lo que sucedió el martes en horas de la madrugada, en momentos en que manejaba su auto por el camino de ingreso a General Campos: “Cuando retorné al acceso para volver al pueblo, ví a una mujer que iba caminando, estaba normal, no vestida de manera rara. Una linda mujer, con una campera negra, una pollera larga, muy coqueta, muy arreglada, con una cola de caballo”.
“A la hora que fue, la alumbré bien con las luces del auto para verla bien. Como trabajo en una escuela rural, estoy acostumbrada a hacer dedo, sé muy bien lo que significa estar tirada en la calle, y al ver que era una mujer sola, acerqué el auto para que subiera”, agregó.
La bibliotecaria precisó: “Ella se dio vuelta, se quedó parada, me observó, yo también la miré. Cuando detuve el auto, ví que avanzó para el costado de la puerta del acompañante y, en ese momento, desapareció. Pensé que era porque tenía la puerta trabada, pero cuando abrí la ventanilla, miré para atrás y no ví a nadie. En ese momento, uno piensa en alguna aparición, en que me van a asaltar o algo por el estilo. Puse primera y me fui”.
María Graciela quedó asustada y preocupada por lo que había sucedido. A los pocos minutos, cuando llegó a su casa, posteó en Facebook lo que había pasado. De inmediato, amigos y vecinos contestaron a su publicación y aportaron detalles: varios de ellos habían vivido algo similar, y aportaron las mismas características de la mujer.
Hurgando en los dichos de los habitantes del lugar, Willatt descubrió que en ese mismo espacio se había suicidado una joven, Silvia Gómez, hace 45 años. “En el año 74, me contaron los familiares, encontraron ahí muerta a esa chica. También otra gente e incluso choferes de colectivos, me escribieron en estos días que habían visto lo mismo. No es la primera vez que observan algo así”, manifestó.
Una historia de película
La muerte de Silvia marcó a la población de General Campos, un pequeño pueblo de 4 mil habitantes situado a 45 kilómetros de Concordia. “Todos los que la vieron, me aseguraron lo mismo. A grandes rasgos, una chica coqueta, bien vestida. Conozco a sus hermanas, pero de ella no me acuerdo. Yo tenía 9 años cuando murió, según me contaron, se suicidó”.
Graciela vivió varias horas “muerta de miedo”, según reconoció: “En un primer momento cuando entrás a pensar qué fue lo que pasó o por cómo puede desaparecer una persona frente a vos, te entra un estado de angustia importante. Pero al paso de los días, como me dijo un sacerdote, lo malo queda en la tierra, un alma no tiene maldad. En el caso de que sea un alma, no tiene sentido pensar en que pueda hacerme daño. Por instantes me entran las preguntas de saber si estas cosas pasan o no. Cuando otra persona las cuenta, provocan dudas o estupor y a veces hasta provocan risa, pero cuando te pasan en primera persona, entendés que no tiene tanta explicación”.
La mujer, empero, siguió tratando de encontrar una respuesta a lo que le tocó presenciar: “Pienso que tal vez necesita un poco de luz para llegar frente a Dios, quizás esté pasando por su purgatorio y necesite de distintas oraciones para poder culminar su etapa de prugatorio, supongo que es algo sobrenatural, pero trato de tomarlo como una cosa que no perturbe mi vida, si no como algo que me ocurrrió”.
Un caso nunca esclarecido
En esa búsqueda de verdad, María Graciela consultó con un religioso y hasta ensayó una explicación teológica: “dentro de los mandamientos, no matarás, incluye no atentar contra tu propia vida. Puede ser que ella esté purgando eso que cometió. En ese momento nunca se investigó nada, no hubo causa judicial ni nada, y no es claro qué es lo que ocurrió con ella”.
Las propias hermanas de Silvia Gómez, recluidas en el silencio de un caso jamás esclarecido, tuvieron que rememorar aquel doloroso episodio. “Yo no pude hablar con ellas, pero me contó una amiga que sí lo hizo y me contó que todas las hermanas habían revivido lo que había pasado y suponen que fue ella la que apareció”, expresó Willatt.
(FUENTE: airedesantafe.com.ar)
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