En un laboratorio lejos del mundanal ruido de las calles de Nueva York, un neurocientífico ha estado examinando a monjes budistas en un escáner del tamaño de un automóvil, para entender mejor la antigua práctica de la meditación.
La pregunta es si una investigación de este tipo podría no sólo develar los secretos de una vida armoniosa, sino también arrojar luz sobre una serie de misteriosas enfermedades en el mundo.
Zoran Josipovic, investigador y profesor adjunto de la Universidad de Nueva York dice que ha estado escudriñando los cerebros de monjes budistas mientras están meditando en un intento de entender de qué manera sus cerebros se reorganizan durante el ejercicio.
Desde 2008, el investigador ha estado poniendo las mentes y los cuerpos de prominentes figuras budistas dentro de una máquina de imágenes de resonancia magnética funcional, de cinco toneladas.
El escáner rastrea el flujo sanguíneo dentro de la cabeza de los monjes mientras éstos meditan dentro de las paredes de la máquina, las que reproducen el eco de un ritmo musical cuando la máquina está en funciones.
El doctor Josipovic, quien también oficia de monje budista, dice que espera averiguar cómo algunos meditadores consiguen un estado de "no dualidad" o de "unicidad" con el mundo, una especie de conciencia unificadora entre la persona y su medio.
"Algo que la meditación les da a quienes la practican frecuentemente es el cultivo de la atención", dice el doctor Josipovic, agregando que el dominio de esa habilidad puede conducir a una forma de ser más tranquila y feliz.
"El estudio de la meditación, particularmente en los últimos diez años o algo así, se mostrado muy prometedora porque apunta a la habilidad del cerebro de cambiar y optimizarse de una manera en que no creíamos posible".
Cuando alguien se relaja hasta un estado de "unicidad", las redes neurológicas en los practicantes avanzados cambian en la medida en que se rebaja la pared entre la persona y el ambiente en que se desenvuelve, dice Josipovic.
Y esta reorganización del cerebro puede conducir a que algunos meditadores afirmen estar en profunda armonía con el ambiente que los rodea.
Cambio de atención
La investigación del doctor Josipovic es parte de un esfuerzo mayor para entender de mejor manera lo que los científicos consideran como le red establecida en el cerebro.
Dice que el cerebro parece estar organizado en dos sistemas de redes: la red extrínseca y la intrínseca o establecida.
La parte extrínseca del cerebro se activa cuando el individuo acomete tareas externas, tales como hacer deportes o servirse una taza de café.
La parte intrínseca o establecida aflora cuando la gente reflexiona en asuntos que los involucran a ellos mismos y sus emociones.
Sin embargo, estas redes está raramente activas en forma plena al mismo tiempo. Y como en un balancín, cuando una adquiere preeminencia, la otra baja, y viceversa.
El tejido neurológico les permite a los individuos concentrarse más fácilmente en una tarea a la vez, sin ser consumido por distracciones, tales como el soñar despierto.
"Lo que estamos tratando de hacer es rastrear los cambios en las redes del cerebro mientras la persona se mueve entre estos dos modos de atención", dice el doctor Josipovic.
El científico descubrió que algunos monjes budistas y otros experimentados meditadores tienen la habilidad de mantener ambas redes activas, al mismo tiempo, durante la meditación, lo que implica que han encontrado la forma de elevar los dos lados del balancín al mismo tiempo.
Y el doctor Josipovic cree que esta habilidad de manejar ambos sistemas de redes al mismo tiempo puede conducir a los monjes a experimentar un armónico sentimiento de "unicidad" con el medio que nos rodea.
Autorreflexión
Anteriormente, los científicos creían que la red establecida, de aurreflejo, simplemente se activaba cuando una persona no tenía tarea alguna en que fijas su atención.
Sin embargo, los científicos descubrieron en la década pasada que esta sección del cerebro se hincha de actividad cuando el sujeto piensa en sí mismo.
El sistema de redes establecido salió a la luz en 2001, cuando el doctor Marcus Raichle, un neurólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en el estado estadounidense de Misouri, comenzó a utilizar el escáner con cerebros de individuos a los que no se les daba ninguna tarea que realizar.
Los pacientes se aburrían rápidamente y Raichle notó que una segunda red neuronal se agitaba con actividad, cosa que confundió al científico.
Otros científicos propusieron la idea de que los individuos estaban pensando en ellos mismos.
El doctor Raichle dice que quienes estudian la red establecida pueden llegar a descubrir los secretos de algunos trastornos psicológicos como el Alzheimer, la depresión o el autismo.
El doctor Josipovic ha sometido al escáner los cerebros de más de veinte experimentados meditadores, tanto de monjas como de monjes que estudiaron primeramente el estilo de meditación budista tibetano.
Dice que su investigación, que pronto verá la luz, se dedicará por el momento a explicar las implicaiones neurológicas de la "unicidad" y tranquilidad; aunque, claro está, mejorar nuestro entendimiento del Alzheimer o del autismo, mientras se recorre el camino, no deja de ser un bienvenido complemento.
(FUENTE: el-nacional.com)
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